La nueva conducción de IEASA, la empresa estatal de energía que es presidida por Andrés Cirnigliaro, designó como director de Legales a Juan Manuel Abud, ex gerente general de Cammesa que fue apartado de su cargo en 2015, en los últimos meses del gobierno de Cristina Kirchner, después de que asesores del entonces ministro de Economía, Axel Kicillof, constaran que cometió una serie de graves irregularidades en el desempeño de sus funciones. Así lo confirmaron a EconoJournal tres fuentes de empresas eléctricas que participaron del Directorio de Cammesa al momento de tratar la desafectación de Abud. Abud ya concurrió esta semana a las oficinas de IEASA. «Nuestra política es no comentar notas periodísticas. La información oficial que brindamos es a través de los canales institucionales de la empresa«, respondieron voceros de IEASA.
Diversas fuentes del sector aseguraron a este medio que luego de su salida de Cammesa, Abud trabajó para Electroingeniería, la empresa de Osvaldo Acosta y Gerardo Ferreyra. No obstante, ante la consulta de EconoJournal, la empresa desmintió que haya sido empleado de la compañía. En cualquier caso, una de sus principales tareas del directivo será llevar adelante la renegociación del contrato de construcción de las represas de Santa Cruz, que precisamente está a cargo de un consorcio integrado por Electroingeniería y la china Gezhouba. La UTE ya solicitó la readecuación de ese contrato millonario —valuado en unos US$ 5000 millones— por la alteración del tipo de cambio y de la macroeconomía argentina.
Abud desembarcó en Cammesa en 2013 como gerente general con el visto bueno de Andrés ‘Cuervo’ Larroque, uno de los referentes de La Cámpora. Su nombramiento no pasó desapercibido para las empresas de generación y distribución eléctrica, que poseen una participación accionaria de la compañía que administra el MEM. Al poco tiempo los privados percibieron irregularidades menores como el nombramiento de directivos sin formación que no concurrían a su lugar de trabajo. Pero su salida quedó sellada cuando colaboradores de Kicillof confirmaron que Abud había avalado vínculos indebidos con algunos proveedores de Cammesa.
Por eso, tras perder el aval de Larroque y de otros líderes de la organización fundada por Máximo Kirchner, dejó la gerencia general en el segundo semestre de 2015, a pocos meses de que Cristina Kirchner dejara el poder. Su designación como director de Legales de IEASA incluso causó sorpresa en algunos miembros de ese espacio político.
Cambio sobre la marcha
A su vez, el economista Sebastián Bonetto fue designado como jefe de Operaciones de IEASA, la empresa estatal de energía. Bonetto es egresado de la Universidad Nacional de Córdoba y está especializado en regulación de mercados energéticos. Bonetto fue parte del directorio de Nucleoeléctrica Argentina (NA-SA), la compañía Citelec (controlante de Transener) y asesor del Ministerio de Planificación en épocas de Julio de Vido. En los últimos años se desempeñó como titular de la consultora Quarks Soluciones. Según testimonios recogidos por este medio de distintas fuentes públicas y privadas, Bonetto es un economista de perfil bajo que tuvo un buen desempeño como asesor del Ministerio de Planificación trazando los números finos y realizando los cálculos matemáticos que requería su gestión.
En un primer momento, el elegido para ocupar el cargo había sido Luciano Paladini, un ex gerente de Camuzzi que manejó la distribuidora hasta julio de 2016 cuando dejó el cargo tras una auditoría del Enargas que evaluó presuntas irregularidades durante la gestión de Antonio Pronsato, ex interventor del ente regulador con De Vido.
En marzo de 2016, durante la gestión de David Tezanos el Enargas inició una auditoría sobre la comercializadora Gasmarra para constatar si las declaraciones juradas presentadas en forma mensual por esa empresa coincidía realmente con el gas despachado a grandes industrias, el segmento que paga más caro el gas.
El ente sospechaba que Gasmarra revendía el gas que solicitaba Camuzzi para atender a la demanda prioritaria (residencial). Camuzzi tenía la obligación de colocar ese gas en los hogares o, si la demanda era menor a la prevista, dejarlo en el sistema. Pero en el organismo creían que se redireccionaba a Gasmarra que lo terminaba vendiendo a precio más caro a las industrias en una operatoria claramente irregular. Al frente de Gasmarra estaba el empresario Andrés Braconi, fallecido en Estados Unidos en 2016, y su contraparte en Camuzzi era Paladini.
Nunca se conocieron los resultados de la investigación encarada por Tezanos, pero para descomprimir el escenario los accionistas de la gasífera optaron por desvincular a Paladini en julio de ese año. EconoJournal recordó aquel episodio el pasado 10 de marzo y finalmente el gobierno decidió desactivar la designación, situación que le terminó abriendo la puerta a Bonetto.