El inminente aumento de los combustibles —que casi con seguridad se materializará a partir de las cero horas del jueves— posee ribetes particularísimos: será la primera vez que YPF, la mayor petrolera del mercado, instrumente un suba de las naftas y gasoil sin validarlo primero con el gobierno nacional.
El secretario de Energía, Gustavo Lopetegui, ya lo dejó en claro a principios de noviembre, cuando autorizó vía resolución un incremento del 5%. Caído el congelamiento (expira hoy 13 de noviembre), las petroleras tendrán potestad de ajustar sus pizarras.
En los últimos dos años, Lopetegui negoció con Miguel Gutiérrez, presidente de YPF, la cifra definitiva cada aumento sólo cuando hubo saltos bruscos en la cotización del tipo de cambio. Pero en un escenario atípico como este, en el que el gobierno de Mauricio Macri se desprendió de la gestión de la economía y la transición hasta la asunción del presidente electo Alberto Fernández se caracteriza por la falta de liderazgo del Estado, el alza lo definirán las empresas sin injerencia del Poder Ejecutivo. Los asesores del Frente de Todos tampoco tendrán participación. Parece una obviedad, pero no lo es. Es la primera vez que sucede en, al menos, un año y medio.
La posición de los privados es disímil. No hay consenso entre las refinadoras.
- Axion Energy —controlada por Pan American Energy (PAE)— y Raízen —subsidiaria de Shell y de la brasileña Cosan— pretenden aumentar sus combustibles en la banda del 9% para recuperar más rápidamente el atraso del 15% que aún existe en el surtidor con relación a los precios de importación como resultado del congelamiento.
Los productores no integrados —como Pluspetrol, Tecpetrol, Vista Oil&Gas, Capsa y Sinopec, entre otros— respaldan tácitamente esa lectura. Quieren empezar a cobrar cuanto antes un precio del petróleo que esté en línea, al menos, con la paridad de exportación. “El tipo de cambio y el Brent se movieron ligeramente hacia arriba, por lo que lo mejor es tratar de recuperar el atraso antes de fin de año. Una suba del 5% o 6% como la que pretende YPF ni siquiera cubrirá la inflación de noviembre”, explicaron desde una petrolera. “Además, las empresas de todos los rubros están indexando sus precios entre un 8% y un 12% antes de diciembre para cubrirse frente al acuerdo de precios y salarios que seguramente impulsará Alberto Fernández. Deberíamos hacer lo mismo”, agregaron.
Mayor cautela
YPF no comparte esa visión. Cree que con dos o tres subas más del 5% podrían recuperar el atraso en surtidor. Eso implicaría incrementar los precios dos veces más en diciembre (una a principios de mes y otra a mediados o hacia fin de año). A diferencia de la suba de principios de noviembre, que se destinó en gran medida a cubrir la actualización del componente impositivo, este aumento se destinará casi íntegramente a recomponer el precio del barril que perciben los productores, que hoy cobran un 25% menos que en el mercado internacional. Si se suma el incremento del principio de mes, los combustibles terminarán aumentando en noviembre un 11 por ciento.
En la práctica, YPF fija la pauta de precios del mercado por su propio peso específico (vende 6 de cada 10 litros de naftas). Ninguno de sus competidores puede alejarse demasiado de sus números porque termina perdiendo market share. Lo más probable es que todos siguiendo la estrategia de precios de la petrolera controlada por el Estado.
- Las cifras de aumento para cada producto —como el atraso del gasoil es más marcado, es probable que termine subiendo más que las naftas— se terminarán de definir hoy a la tarde en el piso 32 de la torre de Puerto Madero de YPF.
2 Responses
Buen día
Si siguen tirando de la cuerda se va a romper y en este país nadie va a producir y si no se produce no se genera riqueza que haga al crecimiento económico, social y personal
Que alguien le ponga freno a estas situaciones
Saludos cordiales
Y cual es tu propuesta Hugo Franco? Que los productores y/o refinadores vayan a pérdida? o que valga lo que realmente cuesta y se puedan desarrollar nuestros recursos?