NEUQUÉN. El sindicato de Petroleros Privados de Neuquén, Río Negro y La Pampa reclamó ayer en Buenos Aires que las empresas de servicios especiales se pongan de acuerdo y homologuen el pago de una suerte de “bono de productividad” para premiar la cantidad de etapas de fractura que se realizan en los pozos de Vaca Muerta.
Durante una reunión en la sede de la Cámara de Empresas de Operaciones Petroleras Especiales (CEOPE), los representantes del gremio que conduce el senador Guillermo Pereyra insistieron en la necesidad de unificar criterios ante una situación que, evaluaron, “anarquiza la actividad”. Es que cada empresa —Baker Hughes, Schlumberger, Halliburton y Weateherford, entre otras— aplica un esquema diferente para calcular el monto del bono diario que pagan a los empleados que prestan servicios de completación de pozos.
En tiempos de no convencionales, la vara para medir la eficiencia en los yacimientos dejó de ser la perforación y ahora las operadoras compiten entre sí para anunciar los récord alcanzados en etapas de fractura. YPF junto a Halliburton fue una de las primeras en anunciar la hazaña de completar diez etapas en un sólo día, pero la competencia no tardó en llegar de la mano de Vista Oil&Gas y Schlumberger, que superaron la marca con 11 etapas en 24 horas en Bajada de Palo.
Según la información a la que accedió Econojournal, los montos “estímulo” que están pagando las empresas de servicios por superar las seis fracturas diarias son bastante disímiles. Mientras que Halliburton sólo paga las viandas y Schlumberger le añade, además, la comida para los operarios, otras como Weatherford otorgan un extra de 1.200 pesos por día más 800 por cantidad de fracturas.
En el caso de Baker Hughes, el acuerdo es pagar las 24 horas como trabajadas mientras que Calfrac abona hasta 4.500 pesos por día en función de cuántas etapas se realicen. Para evitar esa disgregación, el sindicato pretende homologar el monto del bono en torno en torno a los $ 4000 por día. Pereyra evitó ventilar estos detalles y se negó a dar nombres de empresas, pero asesguró que la disparidad es inadmisible. “Esto no puede ser”, afirmó la semana pasada y analizó que “las empresas entran en una competencia donde tirotean al personal calificado y estas cosas empiezan a anarquizar la actividad”.
Recordó lo que ocurrió con las “horas taxi” que también respondían a criterios poco uniformes y que “terminaron en problemas”. Ayer, en la reunión con los directivos de la CEOPE estuvo representado por Marcelo Rucci, intendente de Rincón de los Sauces y referente del aparato territorial del sindicato al norte de la provincia; Richard Dewey, figura ascendente dentro de la organización; y Ricardo Astrada, histórico número 2 del gremio, hoy un tanto relegado.
Vuelta atrás
Ese tipo de bonos de productividad por fuera del convenio colectivo de trabajo son los que Pereyra acordó eliminar con las operadoras y el gobierno nacional cuando firmó la adenda para Vaca Muerta en el verano del 2017. Aquellas modificaciones licuaron buena parte de los costos laborales en pos de incrementar la actividad en los yacimientos, por lo que ahora las operadoras no ven con agrado una marcha atrás que vuelva a sobrecargar las remuneraciones de su personal.
También argumentan que la mayor cantidad de etapas de fractura no implica que los operarios trabajen más, sino que los hitos están asociados a la mejora de las tecnologías que se aplican en el proceso.
Pereyra, en cambio, ve en la competencia de las empresas por mostrar nuevos parámetros de rendimiento una ventana para reclamar renta adicional, justo en un contexto de campaña electoral que lo tiene de protagonista. El también senador del Movimiento Popular Neuquino buscará retener su banca en las elecciones de octubre donde un partido provincial con boleta corta no tiene demasiado lugar frente a los adversarios de “la grieta”.
Ayer, mientras sus enviados negociaban con la CEOPE en Buenos Aires (la reunión pasó a un cuarto intermedio hasta la semana que viene), él participaba en Neuquén de un encuentro convocado por el gobernador Omar Gutiérrez para alinear a toda la planta política en las elecciones que vienen. El senador fue uno de los oradores de la reunión que se realizó a sala llena en el Espacio Duam de la capital.
Unos días antes había participado de un acto de campaña en Añelo, la ciudad cabecera de Vaca Muerta, junto al intendente electo, MIlton Morales, y Rucci en representación de Rincón de los Sauces. En ese escenario también aprovechó para hablar de la reforma laboral impulsada desde el oficialismo nacional y anticipar que “no va a permitir ninguna reforma que le quite derechos a los trabajadores”. El dirigente ya pagó un costo político por firmar la adenda que flexibilizó condiciones en el 2017 y no parece dispuesto a un “esfuerzo” más.
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Muchachos sigan así !!!! no aprendemos mas !!!! nos van a dejar vaca muerta para que la exploten los sindicatos !!!