ExxonMobil, la petrolera privada más grande del planeta, desembolsó US$ 36,4 millones para quedarse con el 21% de Oldelval, la empresa que controla el sistema de oleoductos para evacuar la producción de crudo de la cuenca Neuquina hasta los centros de consumo. La compañía norteamericana pagó esa cifra a Pampa Energía, que conservará sólo un 2,1% de participación en Oldelval, según comunicó la empresa que preside Marcelo Mindlin a la CNV.
“Se estima que el valor aproximado del resultado contable neto de la operación ascendería a $ 700 millones. Esta venta se encuentra en línea con la estrategia de la compañía de focalizar sus inversiones tanto en la expansión de capacidad instalada para la generación de energía eléctrica, como en la exploración y producción de gas natural”, explicó Pampa Energía mediante un hecho relevante.
El desembarco de ExxonMobil en Oldelval tomó por sorpresa a la industria, según la percepción mayoritaria entre los ejecutivos consultados por EconoJournal.
La estrategia de la petrolera norteamericana no estaba en el radar de muchos. Para la gobernación de Neuquén la operación es una buena noticia. Es una prueba concluyente que confirma el interés a largo plazo de ExxonMobil en Vaca Muerta. ¿Por qué una major de la envergadura de ExxonMobil desembarcaría en el negocio de midstream si no tiene planeado incrementar significativamente su producción de petróleo?, razonó ayer un funcionario neuquino. Esta compra —continuó— confirma que la compañía tiene una apuesta de largo plazo en Vaca Muerta.
ExxonMobil cuenta con participación en siete campos en Neuquén: opera las áreas Bajo del Choique–La Invernada; Loma del Molle; Los Toldos Sur I; Los Toldos II Oeste; Pampa de Las Yeguas I y participa como socia en las áreas Sierra Chata y Parva Negra Este.
Con cuidado perfil bajo y el hermetismo lógico que caracteriza a las corporaciones petrolera de su tamaño, la petrolera norteamericana dedicó los últimos cuatro años a conocer y testear el comportamiento de Vaca Muerta a fin de delinear su potencial. En total, lleva perforados unos 20 pozos de evaluación en el play. Los últimos con muy buenas productividades, según datos presentados por Daniel De Nigris, country manager de ExxonMobil Exploratorio en la última AOG Patagonia realizada en septiembre.
Largo plazo
Sin embargo, los volúmenes producidos por la empresa son exiguos y todas sus áreas están recién en un estadio piloto. Ninguno de sus campos declaró la comercialidad. Cómo, entonces, se justifica una inversión para tomar un rol protagónico en Oldelval, una compañía que se dedica a evacuar y transportar crudo que ExxonMobil hoy no produce.
La respuesta está en el mediano y largo plazo. ExxonMobil opera hoy con dos equipos de perforación: uno de baja potencia, para hacer los pozo guía, la primera etapa de perforación, y uno moderno con mayor capacidad de HHP de tipo skidding (que le permite deslizarse sin la necesidad de ser desarmado). La petrolera prevé incorporar dos nuevos rigs durante el primer semestre del año que viene para incrementar su ritmo de perforación.
La compra de una participación accionaria en Oldelval hace sentido en esa clave a futuro. Con esta operación, ExxonMobil se convirtió en el segundo socio con mayor participación en Oldelval. Sólo por detrás de YPF, con posee un 37% del paquete, y por encima de Chevron (14%), PAE y Pluspetrol (ambos con un 11,9% cada uno), Tecpetrol (2,1%) y ahora Pampa (también 2,1%). La petrolera norteamericana tendrá peso accionario suficiente para incidir en el plan de crecimiento de Oldelval, que prevé duplicar el volúmen de crudo transportado en los próximos cinco años. De hecho, prevé lanzar un Open Season para ampliar la red de oleoductos en la cuenca Neuquina, según publicó EconoJournal en octubre.
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