El Gobierno está terminando de definir la hoja de ruta de los próximos aumentos tarifarios. La envergadura de la suba ya está definida: las tarifas de electricidad y gas aumentarán un 25% en septiembre y octubre, respectivamente, según confirmaron a EconoJournal altas fuentes del gobierno. La meta de la Casa Rosada es cumplir los compromisos asumidos el mercado regulatorio del sector de distribución. Eso obliga al Estado a trasladar a los cuadros tarifarios el impacto de la inflación registrada en el semestre (se calcula sobre el IPIM, que mide la evolución de los precios mayoristas). También implica respetar los contratos firmados entre las empresas gasíferas (Metrogas, Gas BAN y Camuzzi, entre otras) y las productoras (YPF, Total, PAE y Wintershall).
El Gobierno estima que un 25% de aumento en la factura que paga los usuarios residenciales, los comercios y PyMEs será suficiente para cubrir esos ítems. No está claro, aún, si la suba se instrumentará de una sólo vez en septiembre y octubre o si se desagregará en cuotas. Lo más probable, según indicaron fuentes del gobierno, es que se apliquen en una sola vez. «En el caso del gas, la llegada de los meses de calor nos da una oportunidad para actualizar las tarifas por inflación sin que esa suba tenga tanto impacto en el bolsillo de la gente, que en el verano consume menos gas y, en consecuencia, abona boletas menos onerosas», explicaron.
El precio promedio del gas que las petroleras venden a las distribuidoras es de US$ 4,68 por millón de BTU. Es el importe vigente desde el 1º de abril de este año. Por la devaluación de la moneda local, lo que sucedió, en la práctica, es que lo que pagan los consumidores en pesos por el gas no alcanza para respetar el precio en dólares contractualizado con las petroleras. Hoy, las distribuidoras tendrían que poner plata de su bolsillo para pagar las facturas que envían los productores.
El Ministerio de Energía confía en poder corregir las tarifas para las distribuidoras tengan ingresos suficientes para bancar ese precio en dólares. Lo que sí está claro para la cartera que dirige Javier Iguacel es que el precio del gas en boca de pozo no seguirá aumentando, tal como preveía el esquema trazado por su antecesor en el cargo, Juan José Aranguren.
El ex titular de Shell había diseñado un sendero según el cual el precio del gas que reciben las petroleras se actualizaba dos veces por año. A raíz de la brusca devaluación, que obligaría a incrementar todavía más las tarifas en caso de querer cumplir con ese esquema, el Gobierno decidió dejar en efecto el sendero. La apuesta de máxima hoy es recomponer los ingresos en dólares de las petroleras en los valores establecidos en los contratos vigentes de suministro.
El caso de la electricidad es ligeramente diferente. Un hogar paga hoy, en promedio, $ 960 por cada megawatt por hora (MWh). Generarla durante el invierno (se consumen combustibles más caros que el gas, como el gasoil) cuesta cerca de $ 2900. Es decir, casi tres veces más. La diferente entre la tarifa que pagan los hogares y el costo monómico de la energía (el costo real) la abona el Estado a través de subsidios. El objetivo del Ministerio de Energía, en este caso, es elevar el precio mayorista de la energía para recortar subsidios. Por eso, de la suba del 25% en las facturas de Edenor y de Edesur, la mayor parte se destinará a cubrir el encarecimiento del costo de generación de la electricidad. Las distribuidoras están dispuestas a financiar la actualización de las tarifas por inflación, según indicó un alto funcionario de gobierno. «Hoy lo prioritario es recortar subsidios. En febrero postergamos el aumento del precio mayorista de la energía. Tenemos que avanzar en esa dirección», añadió.
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Sería importante que así como se informan las subas en gas y electricidad,para nosotros los usuarios finales,sobre todo los residenciales y PYMES,el Estado debería publicar oficialmente cual es la ganancia que han tenido las empresas productoras y distribuidoras en estos últimos dos años,y que inversion propia ,han y están haciendo,y no con los subsidios ni con los aumentos continuos que hacen.
M.Aspe