La decisión de postergar el aumento previsto para el 1º de octubre para no alterar el humor del Gobierno en la recta final de las elecciones legislativas de ayer, tuvo un impacto negativo para las grandes refinadoras, con YPF, Shell y Axion Energy a la cabeza. Según un relevamiento de EconoJournal entre las empresas refinadoras, al no incrementar los precios de las naftas y gasoil tres semanas atrás –tal como estaba acordado originalmente con el Gobierno-, este mes las empresas dejaron de percibir, en conjunto, cerca de US$ 50 millones. La decisión de subir hoy hasta un 12% sus precios de venta se explica, entre otras razones, por la intención de recuperar el terreno perdido lo más rápido posible.
La estrategia comercial de las refinadoras fue similar. En casi todos los casos, el litro de súper subió un 10% y el de Preimum un 12 por ciento. YPF, la petrolera controlada por el Estado, que encabeza el mercado con una participación del 55%, elevó sus precios en un 10% en promedio. El litro de súper pasó de $19,75 a $21,72. Y el litro de Premium (Infinia), de $22,33 a casi $25 en Capital Federal.
En todos los casos, los precios son superiores en la provincia de Buenos Aires y más altos en el interior del país por el costo del transporte, la menor competencia y los impuestos y tasas municipales.
Puertas adentro de la industria petrolera, el incremento en las pizarras de las estaciones de servicio dará luz verde para que productores y refinadores renegocien el precio del crudo en el mercado interno. Concretamente, los primeros apuntan a incrementar el valor doméstico del barril en la misma magnitud que actualizaron sus ingresos los refinadores. Es decir, los productores no integrados –como Pluspetrol, Chevron, Sinopec, Entre Lomas, Tecpetrol y CGC, entre otros- pretenden elevar un 10% el precio local del petróleo en los próximos tres meses. Consideran, por ejemplo, que el precio interno del Medanito –el crudo de tipo liviano que se produce en Neuquén- debería pagarse en la actualidad por encima de los 59 dólares. Toman como referencia la cotización internacional del Brent, que hoy abrió a US$ 57,70. “Si vamos a un mercado liberado, el Medanito debería cotizar a Brent más uno o dos dólares. Con un Brent de casi US$ 58, el Medanito debería ubicarse cerca de los 60 dólares contra los 54 o 55 dólares que se pagaron en septiembre”, precisaron desde una petrolera con actividad en Neuquén.
Los productores de crudo liviano –Chevron suele comercializar su producto con YPF y Pluspetrol con Shell- aún no facturaron el crudo entregado durante octubre. Tampoco lo hicieron las petroleras del Golfo San Jorge, que produce Escalante y Cañandón Seco. “En septiembre, los crudos de Chubut y el norte de Santa Cruz se vendieron entre 50 y 51 dólares. Con esto precios internacionales, el import parity (paridad de importación) se ubica cerca de los 55 dólares”, explicaron desde una petrolera con operaciones en el Golfo San Jorge.
Lo más probable es que, sin la intermediación del Ministerio de Energía, los privados negocien un aumento escalonado del precio local del crudo para que –siempre y cuando el valor internacional del crudo se mantenga en estos niveles- la convergencia recién se alcance el 1º de enero de 2018. “La voz cantante la llevarán los productores de Medanito. Habrá que ver cuán duro negocian empresas como Pluspetrol o Chevron con las refinadoras”, analizó un consultor ante la consulta de este medio.
De esa lectura se desprende, además, que si los productores logran incrementar el precio de venta del petróleo en el mercado interno y se registra un corrimiento del tipo de cambio (habrá que ver cómo impacta en la cotización del dólar el triunfo de Cambiemos en los comicios de ayer), es factible que en diciembre o enero se concrete una nueva presión alcista sobre los precios de los combustibles en surtidores.