Pese a las recientes declaraciones del ministro de Energía, Juan José Aranguren, que aseguró que la Argentina volverá a exportar gas a Chile en 2019, todavía existen varios interrogantes relacionados con la consistencia de esa operación. La producción doméstica sigue en una meseta decreciente –en julio cayó un 1,8% con relación al mismo mes de 2016- y la oferta de Bolivia también está comprometida: algunos pozos de San Alberto –uno de los tres mayores campos gasíferos del país del Altiplano- perdieron hasta un tercio de su producción y la presión de los caudales cayó de manera preocupante. Con esos indicadores a la mano, la exportación de grandes volúmenes del fluido hacia Chile –como sucedió hasta mediados de la década pasada- se presenta como lejana.
Aún así, la realidad ofrece datos que permiten dan cuenta de un cambio de tendencia que va en esa dirección. En septiembre, la petrolera francesa Total Austral –segundo mayor productor de gas del país- reactivó la importación de Gas Licuado de Petróleo (GLP) que produce en Tierra del Fuego hacia Chile. Los envíos estuvieron suspendidos por 10 años, desde que en 2008 el gobierno de Cristina Kirchner publicó el Decreto 2067. La norma estableció altas retenciones a la exportación de gas que convirtieron en antieconómico el negocio.
Esa limitante perdió sustento hace unos meses cuando el Gobierno eliminó los cargos a la exportación del fluido. Con ese aliciente, Total Austral firmó un contrato con Enap, la petrolera estatal de Chile, para enviar, entre septiembre y abril del año próximo, 100.000 toneladas de GLP Mezcla (una “sopa” de butano y propano) que procesa en los campos que explota en Tierra del Fuego.
“Formalmente, las exportaciones nunca estuvieron suspendidas, sino que las retenciones dispuestas por el Decreto 2067/08, los inconvenientes para obtener los permisos de exportación y la normativa cambiaria hicieron inviable continuar con el contrato de venta a Enap”, explicaron a EconoJournal fuentes empresariales al tanto de las negociaciones.
El contrato con Enap es interrumpible. Significa que sólo se enviará GLP al país vecino sólo si existe disponibilidad en el mercado local (se verifica mensualmente). La petrolera chilena separará los subproductos del GLP Mezcla en su planta cerca de Punta Arenas. El propano que obtiene lo comercializa en Chile y el butano lo reexporta hacia la Argentina para procesarlo en Bahía Blanca.
“Es normal que, tanto por trabajos de mantenimiento de la transportista (TGS) o por una variación temporaria del equilibrio oferta-demanda, Total Austral se ve obligada a bajar la producción de gas de la Cuenca Marina Austral 1 (CMA-1) que inyecta en el Gasoducto San Martin; en especial, en verano. La flexibilidad que aporta la exportación interrumpible de LPG permite optimizar las ventas y por lo tanto los ingresos fiscales, tanto provinciales (regalías) como nacionales”, explicaron las fuentes consultadas.