La Argentina va camino a que su política de precios internos del petróleo converja definitivamente con la cotización internacional del barril a partir de enero de 2018. Así lo dejó entrever el ministro de Energía, Juan José Aranguren, en las últimas semanas. Sin embargo, en el norte del país esa reconversión se anticipó. Y más: en Salta y Jujuy, el petróleo ya vale menos que en EE.UU. y Europa.
Es que la empresa Refinor, la única refinería del norte argentino, empezó a pagar en julio 45 dólares por barril a productores emplazados en la cuenca del Noroeste, un pequeño polo petrolero que aporta apenas el 2% de la producción nacional del hidrocarburo.
El precio fijado por Refinor está por bajo del Brent, que hoy abrió con una cotización de US$ 52,08, y también del WTI de Texas, que se ubica por arriba que los 49 dólares. El crudo extraído en el norte se paga, incluso, por debajo que los valores incluidos en el acuerdo entre productores y refinadores firmado en enero de este año bajo el paraguas del Ministerio de Energía. Ese documento contempla un precio de US$ 55 para el crudo Medanito de la cuenca Neuquina y US$ 47,90 para el Escalante del Golfo San Jorge. El precio fijado de manera unidireccional para el petróleo de Salta y Jujuy se paga menos que eso.
Allegados a Refinor argumentan que varias petroleras radicadas en el NOA no firmaron ese acuerdo sponsoreado por Aranguren, por lo que no existe obligación de ninguna índole para pagar el precio sugerido por el Gobierno. Las empresas productoras responden que no suscribieron el documento porque no fueron invitadas por el Ejecutivo y iniciaron gestiones para revertir esa situación. Esta semana, dos petroleras del NOA presentaron una nota en el Ministerio de Energía solicitando su incorporación al acuerdo.
Con ese mar de fondo, las productoras de la cuenca del Noroeste, entre las que figuran compañías como Madalena, JHP, President Petroleum y CGC, entre otras, advierten que con el ajuste comercial aplicado por Refinor será inviable seguir perforando en campos del NOA. El gobernador de Salta, Juan Manuel Urtubey, ya está al tanto de la situación e instruyó al área de Hidrocarburos de la provincia que busca una alternativa para descomprimir el escenario, según indicaron a EconoJournal dos fuentes empresariales sin contacto entre sí.
“Lo lógico sería que el crudo del norte cotice en un rango intermedio entre el Medanito y el Escalante, más cerca de los 50 dólares. En diciembre de 2016, el valor de la cuenca del Noroeste orillaba los 58 dólares por barril”, cuestionaron desde una petrolera.
La posición de Refinor, en tanto, también es compleja. La compañía es propiedad de YPF, Pluspetrol y Pampa Energía, que está a cargo del managment de la empresa (heredó ese beneficio tras la compra de Petrobras Argentina). La refinadora apuntaló su negocio en los últimos años a partir de la venta de fuel oil para las centrales eléctricas. Cammesa, la empresa mixta que administra el mercado eléctrico, que es controlada por el Estado, compraba a precio diferencial subsidiado un volumen significativo de ese combustible para las usinas térmicas. Sin embargo, por decisión de Aranguren, a partir de 2017 Cammesa redujo significativamente el precio de compra de fuel oil para generación y también el volumen asignado a Refinor.
“En su momento existía un acuerdo para que Cammesa compre 2500 toneladas por mes de fuel oil, pero nunca alcanzó de concretarse. Por una cuestión de costo de flete, Refinor no puede competir con otras refinadoras que abastecen a centrales eléctricas de la zona centro del país. Y tampoco puede cubrir el costo de almacenamiento. En los hechos, lo que sucedió es que en julio la empresa empezó a pagar con descuento el crudo que procesa para producir fuel oil”, explicaron allegados a la gobernación salteña, que está preocupada porque la medida funciona como una pésima señal para la inversión en una cuenca que arrastra desde hace años una pérdida de producción.