El mercado petrolero no termina de creer en la recuperación del clima de negocios en la Argentina. El fallido intento de ingresar al club de los mercados emergentes –el Morgan Stanley se tomará un año más para evaluar esa recomendación- y el año electoral que pone a prueba la consistencia política del gobierno de Mauricio Macri afectan la confianza de los inversores internacionales.
Para muestra basta un botón. El grupo PentaNova Energy, un holding de empresarios latinos y norteamericanos, no logró conseguir los US$ 200 millones para comprar los activos hidrocarburíferos de una petrolera local y asociarse con YPF para producir crudo ultra pesado en el país. Serafino Iacono, titular de PentaNova, y Rodney Lewis, propietario de Lewis Energy Group, productor de gas no convencional en Estados Unidos, se habían reunido en febrero con el presidente Mauricio Macri en Buenos Aires para adelantarle los pormenores de ese proyecto.
En rigor, Patagonia Oil Corp -filial de PentaNova Energy Corp, fondeada en Canadá- debía concretar antes del 16 de junio la compra de varias áreas petroleras de la empresa Roch, del empresario argentino Ricardo Chacra. La negociación también incluía la participación de firma Petro Ap.
Era la primera fase de una operación que contemplaba, una vez cubierta esa etapa, la asociación con YPF para explotar en conjunto el área Llancanelo, la mayor reserva de petróleo ultra pesado de la Argentina, ubicada en Mendoza.
“Las dudas que persisten en torno a la economía argentina y a la aún endeble gobernabilidad de Cambiemos complicaron a PentaNova. De los US$ 200 millones que esperaban levantar en el mercado, consiguieron sólo la mitad”, comentó a EconoJournal una fuente al tanto de la operación.
Patagonia Oil Corp firmó en abril un acuerdo con Chacra para comprar la participación de Roch en cinco áreas hidrocarburíferas ubicadas en Mendoza, Santa Cruz y Tierra del Fuego. Son los campos Angostura, Río Cullen y Las Violetas (de Tierra del Fuego, Cuenca Austral); Llancanelo (Mendoza, Cuenca Neuquina); y Sur Río Deseado Este I y II (Santa Cruz, Cuenca del Golfo San Jorge).
Roch actúa como operador en las tres áreas fueguinas, con una participación de 20,28%. En Llancanelo, donde la operadora es YPF, posee el 11% de un área de 97,4 km2. En ese campo de Mendoza, PentaNova firmó en abril un acuerdo de términos y condiciones (MOU, por sus siglas en inglés) con YPF, hoy posee un 61% del yacimiento. Según ese documento, la petrolera bajo control del Estado vendería un 11% de su participación a cambio de US$ 40 millones para mantener el 50% del campo. Sin embargo, todo el acuerdo está hoy en suspenso.
“Para YPF la situación no es tan complicada. Si bien los plazos fijados en el acuerdo inicial ya están cumplidos, se podría seguir adelante con la operación. El problema es que para PentaNova el proyecto sólo tiene sentido si puede comprar la participación en Llancanelo de Roch y Petro AP”, señalaron allegados a la petrolera que preside Miguel Gutiérrez.
PetraNova e YPF había acordado llevar adelante un proyecto piloto de crudos pesados en Llancanelo con una inversión total de US$ 54 millones durante los próximos 36 meses. Sin embargo, la iniciativa podría verse afectada por la limitante financiera del grupo norteamericano.