Albermarle, primero en el ranking, está explorando el Salar de Antofalla, en Catamarca, donde se radicó en septiembre del año pasado. La chilena SQM adquirió salares en Jujuy. Y la norteamericana FMC Minera del Altiplano cubrió un 11% de la demanda global de carbonato.
Los tres mayores productores a nivel global están presentes en el país. La norteamericana Albermarle, primero en el ranking, está explorando el Salar de Antofalla, en Catamarca, donde se radicó en septiembre del año pasado. La chilena SQM, segunda en esa nómina, también se radicó el año pasado en la Argentina en salares de Jujuy. Y el tercero, FMC, el único de esa triada que cuenta con una producción a escala comercial, está presente en el Salar del Hombre Muerto (Catamarca) e inició la explotación de carbonato de litio grado batería en 1997.
La empresa norteamericana –que en país actúa bajo la subsidiaria Minera del Altiplano- produjo en 2016 más de 17.000 toneladas del mineral, suficientes para cubrir un 10% de la demanda global del producto, según se desprende de un extenso informe sobre el mercado de litio presentado en mayo por la Secretaría de Desarrollo Minero, que depende del Ministerio de Energía y Minería.
“El principal motor del mercado global del litio será el de las aplicaciones de almacenamiento de energía. La tecnología de baterías de iones de litio sigue mejorando y los costos de fabricación de baterías continúan disminuyendo”, explicó Fernando Ruíz Moreno, gerente financiero de Minera del Altiplano.
El desembarco reciente de grandes players del negocio se complementa con la apertura, en 2015, del segundo proyecto en explotación del país, que estuvo a cargo de Orocobre, un emprendimiento que cuenta con el respaldo de la japonesa Toyota, ubicado en el Salar de Olaroz en Jujuy.
“El proyecto Olaroz comenzó a producir en abril de 2015 marcando un hito a nivel mundial al ser el primer proyecto greenfield (‘desde cero’) en salmueras tras casi 20 años”, resalta el reporte redactado por la cartera que dirige Juan José Aranguren.