Luego de años de incertidumbre y escaso interés por los dueños del dinero, los aumentos en las tarifas de luz y gas convirtieron a las empresas argentinas de energía en activos mucho más apetecibles para los inversores de todo el mundo. A eso se sumó la normalización de la economía en cabeza del nuevo modelo económico. Así lo demuestra la mejora en las notas crediticias que les ponen las calificadoras de riesgo, en especial desde marzo.
Empresas operadoras de gas y petróleo, de transporte y de distribución de electricidad y de gas tuvieron una mejora en la calificación y perspectivas a partir de marzo que da buenas señales para el mercado en ese sector, según Moody’s.
Lo que llevó a un mejoramiento en la calificación de las empresas del sector fue el pasaje de “estable” a “positiva” de la perspectiva de los bonos soberanos argentinos. Según esta calificadora de riesgo, esto sucede porque la perspectiva del país “refleja una mayor probabilidad de que las políticas establecidas, que han sentado las bases para futuras mejoras a la fortaleza económica y fiscal de la Argentina, y las mejoras en la fortaleza institucional sean sostenidas e impulsen mejoras duraderas en el perfil crediticio”.
En este sentido, la calificadora le otorga un B3 para YPF en su rol corporativo. A escala nacional, la principal empresa del país cuenta con Baa1.ar con perspectivas “positivas”, cuando antes tenía apenas un «estable».
Para Pan American Energy, la segunda operadora petrolera del mercado local, la calificación corporativa pasó de B2 en enero de 2016 a B1 para marzo de 2017, también con perspectivas “positivas”.
Juan Vázquez, gerente de Renta Variable y Créditos Corporativos de la firma Puente, analiza también esta modificación en la perspectiva de las empresas de energía de Moody’s. “La Revisión Tarifaria Integral (RTI), después de las audiencias publicas, claramente han mejorado la situación patrimonial de estas empresas y de las estructuras de capital de todo el sector, tanto para las generadoras, el transporte, las transmisoras y las de distribución. Veníamos de una situación donde había algunas compañías que estaban con problemas financieros importantes”.
Además, agregó que “esto no quiere decir que la RTI haya sido perfecta, porque quedan cinco años de este proceso en donde estas compañías van a tener que invertir muy fuerte. Hay que ir pensando en la segunda RTI y no en un período corto, porque van a tener que invertir tanto que va a llevar tiempo recuperar la calidad del servicio”.
El Grupo Pampa, con el empresario Marcelo Mindlin a la cabeza, cuenta con una calificación B3 en el plano corporativo y con perspectivas “estables”. Según Moody’s, en este caso incluyó la “fusión exitosa de Petrobras Argentina en (Grupo) Pampa que se espera concluya en el primer trimestre” de este año.
En cuanto a la empresa de distribución Edenor, también del mismo grupo encabezado por Mindlin, Moody’s mejoró la calificación en escala nacional al pasar de Baa3.ar a Baa2.ar. El mejoramiento de Edenor es por “los efectos positivos en el perfil crediticio de la reciente implementación de la Revisión Tarifaria Integral (RTI), la cual se espere que resulte en una mejora en la generación interna de fondos”, dice Moody’s en un documento.
Además, la calificadora agrega que “se espera que, a partir de dicho incremento de tarifas, la compañía comience a reportar márgenes operativos positivos y mayor previsibilidad en los flujos de fondos y la recuperación de costos”.
La Empresa Provincial de Energía de Córdoba (EPEC), firma de distribución de electricidad, tiene Baa3.ar y pasó de “estable” a una perspectiva “positiva”, según Moody’s.
La distribuidora EDESA, de la provincia de Salta, tiene Baa2.ar y, al igual que EPEC, pasó de “estable” a “positiva”. Ambas firmas mantuvieron su calificación, pero mejoraron sus perspectivas también por el mejoramiento de los bonos soberanos argentinos.
Por su parte, la empresa Metrogas, que tenía una calificación “negativa” principalmente por el atraso tarifario, pasó a tener Baa3.ar en la escala nacional y B3 como imagen corporativa. Además, hoy tiene cuenta con una perspectiva “estable” para el mercado.
Moody’s afirma para el futuro que “si las empresas de servicios públicos reguladas reportan resultados operativos positivos y una mejoría en la generación interna de fondos que resulte en un indicador de efectivo de operaciones con relación a la deuda superior a 20%, se podría producir una suba de calificación”.
En cuanto a las otras firmas distribuidoras de gas, Moody’s ve como “positivas” las perspectivas de Gas Natural Ban, Distribuidora de Gas Cuyana y Camuzzi Gas Pampeana. La calificadora otorga para estas empresas un B3 corporativo y Baa1.ar a escala local.
En el mercado del transporte de gas, la empresa Transportadora Gas del Sur (TGS) tiene Baa1.ar con perspectivas “positivas” y una calificación corporativa B3.
En estos últimos casos, la calificación de estas empresas se mantiene, pero mejoró a partir de marzo su perspectiva, principalmente empujada por los bonos argentinos y el proceso de Revisión Tarifaria Integral.
Vázquez detalló el caso particular del sector de la generación eléctrica: “Estas compañías están en una mejor situación ahora también porque les han mejorado el esquema de remuneración. Lo que se conocía como ‘energía vieja’, que son las centrales que se instalaron antes de 2006 y se les remuneraba en pesos, hoy reciben dólares. Esto también mejoró el perfil crediticio de las empresas de generación”.