Trabajadores de la empresa SP –la tercera proveedora de equipos de torre del país- mantienen bloqueado desde el viernes a la tarde el ingreso de personal y el funcionamiento de la playa de tanques y abastecimiento de combustibles de YPF en Comodoro Rivadavia. La petrolera controlada por el Estado advirtió que de continuar la medida de fuerza faltará combustible en la provincia y también en Santa Cruz.
“En las próximas horas se agudizará la falta de combustible en las 73 estaciones de servicio, entre abanderadas y no abanderadas, y 33 usinas eléctricas que la compañía abastece en las provincias de Chubut y Santa Cruz”, indicó la compañía a través de un comunicado. Al lunes a la noche casi un 50% de los puntos de venta de YPF se había quedado sin despacho de naftas y gasoil.
Un grupo de 24 operarios despedidos por la compañía SP –que brinda servicios de perforación, pulling y workover mayoritariamente a YPF-, reclaman a la petrolera el pago de una indemnización por la pérdida de los puestos de trabajo. Sin embargo, YPF desligó responsabilidades. “Ninguna de estas personas formó parte de contratos vinculados a las operaciones que la compañía desarrolla en la cuenca del golfo San Jorge”, aclaró la empresa.
Aún así, el conflicto se espiralizó porque el gobernador de Chubut, Mario Das Neves, respaldó el accionario de los trabajadores despedidos. “Me parece muy bien que ocupen la playa de tanques”, aseguró el mandatario, antes de agregar que la delicada situación se originó por la “irresponsabilidad absoluta de YPF”. Frente a ese contexto, autoridades provinciales gestionan una reunión en Buenos Aires con funcionarios del Gobierno nacional y de YPF para encontrar una solución.
En el fondo, lo que desnuda el conflicto es la crisis estructural que aqueja a la mayoría de las compañías de equipos torre –drilling, workover y pulling- que operan en la Argentina por la caída de la actividad y el encarecimiento de los costos laborales en los últimos años. La crisis de Servicios Petroleros Argentina (SP), una compañía que hoy parece camino a ingresar en convocatoria de acreedores para evitar la quiebra, no hace más que poner en blanco sobre negro esa realidad.
La delicada situación de SP incluyó la salida de su principal accionista, el empresario venezolano Miguel Mendoza, que en los últimos años concretó negocios en el sector energético argentino a partir de trazar buenos lazos con los gobiernos kirchneristas. Mendoza, que encabeza el grupo Power Infraestructure, ingresó en 2012 a la industria eléctrica con la compra de Edelap y otras distribuidoras del interior de la provincia de Buenos Aires. El año pasado, ante la caída de la actividad petrolera en el Golfo San Jorge, decidió abandonar su participación accionaria en SP. Hoy la principal cara visible de la compañía de servicios es Juan Carlos Álvarez, que ingresó a la empresa como socio minorista de Mendoza y hoy sigue concurriendo a las oficinas de SP en Buenos Aires.
Según indicaron fuentes empresariales a EconoJournal, la compañía prevé llamar en las próximas semanas a convocatoria de acreedores. El proceso es liderado por la firma Enter Fides, de origen norteamericano, que habría ingresado a la composición accionaria de SP exclusivamente a tal fin.