El ente regulador autorizó a partir de este mes un incremento en el poder calórico del gas inyectado en las redes de transporte y distribución para adecuarse al fluido de Vaca Muerta. La medida generó polémica porque ese mayor poder calórico puede generar más monóxido de carbono. Sin embargo, desde Enargas afirmaron a EconoJournal que las pruebas arrojaron subas insignificantes por debajo del máximo permitido, salvo en el caso de un calefón viejo que también presentó problemas con el gas de menos calorías.