A través de la resolución 6/2024, el nuevo interventor del Enargas, Carlos Casares, instruyó un sumario interno tras encontrar dos servidores de alta potencia instalados en la sala de sistemas del organismo. La hipótesis con la que trabajan los investigadores es que las supercomputadoras minaban criptomonedas con energía del edificio ubicado en pleno centro porteño. Lo que está confirmado es que el equipamiento respondía a «intereses ajenos a los del ente regulador». Tras el hallazgo renunció el gerente de Tecnología de Información y Comunicación, que había ingresado al organismo en 2020.