La intención del gobierno es tener una idea precisa de la situación financiera que atraviesan las empresas para decidir cuáles y en qué medida serán beneficiarias del financiamiento previsto en el artículo 87 del Presupuesto 2021.
Las empresas deben 97.801 millones de pesos, un 140% más que a comienzos de año. El congelamiento tarifario y la caída de la cobrabilidad que provocó la pandemia impactaron de lleno en las distribuidoras.
La firma vio caer su facturación de modo abrupto, dejó una larga lista de deudas impagas y ya acumula unos 1500 cheques rechazados. Críticas de proveedores y búsqueda de una salida.
En abril Edenor y Edesur pagaron solo el 10% de su factura y ya acumulan un rojo de 6800 y 6300 millones respectivamente. Otra larga lista de distribuidoras, con Santa Fe a la cabeza, ya ni siquiera pagan.
Fuentes del gobierno aseguraron a EconoJournal que ese número seguirá cayendo si en los próximos meses no se le envían al sector señales políticas claras y se avanza con algún tipo de recomposición tarifaria, aunque sea parcial.
Son viejas acreencias acumuladas durante el congelamiento de las tarifas residenciales. Entre las firmas beneficiarias figuran Pampa Energía, Central Puerto, YPF Luz y Aluar.
La creciente suba de costos combinada con tarifas pisadas por los gobiernos provinciales generó un cóctel explosivo. A su vez, algunos distribuidores han advertido que un número creciente de sus clientes no están pudiendo pagar por la crisis.
El llamado estuvo dirigido a pequeñas y medianas empresas. Sin embargo, el pliego aclara que no se aceptarán proyectos que deban conectarse a la red de distribuidoras que mantienen deudas con CAMMESA.