Con la mudanza de oficinas se activaron múltiples variables como las nuevas tecnologías, la irrupción del trabajo híbrido y colaborativo, la preocupación por la sustentabilidad medioambiental, que llegaron para quedarse y están generando nuevas pautas de diseño de los espacios laborales, pero, sobre todo, un impacto en la forma de relacionarse y vivir el trabajo en equipo.