La bajante histórica del río Paraná, provocada por la peor sequía en casi un siglo en Brasil, disparó la alerta a distintas plantas de generación de energía en el país. Yacyretá opera al 50% de su capacidad y por la baja del río existen problemas operativos en centrales térmicas como Vuelta de Obligado, San Martín y San Nicolás. Contratan una draga para garantizar la toma de agua de Atucha I y II. Los próximos 20 días son claves. Hay casi 3000 MW en riesgo.