La Secretaría de Energía envió a última hora de ayer una nota a Cammesa en la que la exhorta a anular contratos con armadores de buques alijadores de combustible que habían sido firmados hace apenas unos días. La licitación cancelada implicaba un ahorro para el Estado de casi US$ 55 millones en el costo logístico. Con una decisión insólita que favorece fundamentalmente a la empresa Maruba, el ala cristinista de Energía ordenó cancelar el proceso a pocas horas de que entre en vigencia. Los detalles de una historia increíble.