En lo que va del año el Banco Central vendió 559 millones de dólares y hasta este jueves acumulaba 12 jornadas consecutivas en las que su intervención en el mercado de cambios terminó en rojo. En este contexto, volvieron a recrudecer los rumores sobre la posibilidad de que el Ministerio de Economía anuncie un nuevo dólar soja a un tipo de cambio diferencial para incentivar las liquidaciones del campo. Si bien por ahora no hubo confirmación oficial, las empresas productoras de biodiesel advirtieron que una medida de ese tipo volvería a impactar sobre sus costos y pondría en riesgo el normal abastecimiento. Afirman que ya comenzó a retacearse el producto y piden que se les garantice un cupo de aceite.
El impacto del programa
El dólar soja 1 y 2 le permitió al gobierno nacional fortalecer sus reservas y despejar el riesgo de devaluación. La primera versión del Programa de Incentivo Exportador, tal como se lo conoce formalmente, se lanzó a principios de septiembre y en un mes el sector liquidó soja y derivados por 8123 millones de dólares motivado por un tipo de cambio diferencial de 230 pesos. En diciembre, Economía lanzó una segunda edición del programa y durante ese mes se liquidaron oleaginosas por 3155 millones de dólares.
La apuesta oficial generó alivio en el frente cambiario, pero tuvo como contracara consecuencias no deseadas como un incremento en el costo de los insumos para algunas actividades productivas. De hecho, el gobierno acaba de anunciar que compensará con 2000 millones de pesos a los productores de pollos parrilleros, que utilizan la soja y sus derivados para alimentar a los animales.
Consecuencias para el biodiesel
En el caso del biodiesel, las empresas reconocieron los efectos macroeconómicos positivos del dólar soja, pero advirtieron que la medida generó efectos negativos que deber ser considerados a la hora de planificar y ejecutar un posible dólar soja 3.
La Industria del Biodiesel remarcó que se vio directamente afectada, ya que, al subir el precio de la soja, subió a la par el del aceite de soja, insumo a partir del cual se elabora el biodiesel que luego será mezclado con el diesel de hidrocarburos para llegar a los surtidores. “Con el dólar soja, el aceite de soja pasó de 850 a 1100 dólares la tonelada. Ese incremento en los costos no puede ser trasladado al precio del biodiesel, ya que el mismo es regulado por la Secretaría de Energía. El resultado fue la pérdida de rentabilidad de las plantas, la disminución en la producción o la paralización de las mismas. Peligran miles de puestos de trabajo”, advirtieron fuentes del sector.
Además del problema del precio, las compañías señalan la falta de disponibilidad de aceite para el primer trimestre, ya que las productoras y exportadoras están retaceando el producto a la espera del dólar soja 3 o de poder exportarlo, en detrimento del mercado local.
“Este faltante de aceite y la suba del mismo impactará de lleno en los volúmenes de producción de biodiesel. La consecuencia será la necesidad de importar más diesel para abastecer el mercado interno”, agregaron. Esto preocupa a los actores de la cadena de valor de la biomasa, ya que la escasez de divisas complejiza la situación. “Todos tienen en la memoria el faltante de diesel en el momento de mayor demanda por la cosecha durante el año pasado”, remarcaron.
Piden cupo de aceite
Fuentes del sector de los biocombustibles señalaron que esta situación se podría evitar si se separa un cupo puntual de aceite, significativamente menor respecto del total, para las compañías de biocombustibles. Por ahora, desde el gobierno no confirman que vayan a avanzar con el dólar soja 3 y, por lo tanto, tampoco están dispuestos a evaluar sus posibles consecuencias, pero desde el sector remarcan que el agro ya comenzó a retarcear el producto.
Cabe recordar que según la Ley 27640, la producción de Biodiesel para el mercado local está en manos de PYMES. Las mismas generan miles de puestos de trabajo y se destacan por estar en ciudades del interior de la Provincia de Buenos Aires, La Pampa, Entre Ríos, Santa Fe y Córdoba, donde generan empleo de calidad, salarios altos y desarrollo de la cadena de valor.