Alemania activó este jueves la fase dos de su plan nacional de emergencia del gas natural con el objetivo de preservar el gas disponible. La medida es interpretada como un primer paso hacia el racionamiento del gas. El gobierno teme que Rusia no restablezca los envíos de gas, luego de una importante reducción en los volúmenes enviados en las últimas semanas.
El vicecanciller y ministro de Economía de Alemania, Robert Habeck, anunció que fue activada la segunda fase sobre tres del plan nacional de emergencia del gas natural. Denominada “fase de alarma”, la segunda fase se activa cuando existe la perspectiva de una disrupción inminente en el abastecimiento de gas o un crecimiento en la demanda. «A partir de ahora, el gas es un bien escaso en Alemania», dijo Habeck. “Aunque no lo sintamos todavía, estamos en una crisis del gas”, alertó.
Las tres fases
La fase uno o de “alerta inicial” del plan de emergencia del gas fue activada en marzo como respuesta a los indicios de un deterioro considerable en el abastecimiento de gas. En ese momento el presidente de Rusia, Vladimir Putin, había demandado a los “países inamistosos” el pago del gas natural en rublos. La fase tres o “fase de emergencia” será declarada si el abastecimiento de gas no alcanza a cubrir la demanda. En esa fase, el gobierno tomará control directo sobre la distribución de gas y el regulador energético alemán, BnetzA implementaría un racionamiento energético.
Bajo la segunda fase, el gobierno puede permitir a las empresas de energía transferir a sus usuarios los costos de garantizar el abastecimiento de gas. Es una forma de forzar a los consumidores e industrias a moderar el consumo de energía.
Habeck advirtió que las distribuidoras están acumulando pérdidas económicas por comprar el gas a precios altos, generando riesgos para los mercados energéticos. “Si esas pérdidas se vuelven tan grandes que ya no pueden soportarlas, todo el mercado está en peligro de colapsar en algún momento”, dijo el vicecanciller. “Sería como un efecto Lehman en el sistema energético”, graficó.
Menos gas desde Rusia
En las últimas semanas Rusia redujo aún más los volúmenes de gas que envía a Europa. Los volúmenes que envia a Alemania a través del gasoducto Nordstream 1 se redujeron la semana pasada a menos de la mitad de la capacidad de transporte. El gasoducto entrará en tareas de mantenimiento el 11 de julio por díez días. El gobierno alemán teme que Rusia no reactive el ducto luego de esa fecha.
La empresa rusa Gazprom alega que Siemens esta ralentizando los trabajos de mantenimiento en una estación de bombeo debido a la sanciones económicas europeas sobre Rusia. “La razón de Rusia (para reducir el suministro de gas) es solo un pretexto”, dijo Habeck. “Obviamente, su estrategia es inquietar y hacer subir los precios”, señaló.
La reducción en los envios rusos de gas complicará significativamente la campaña de llenado de los almacenes de gas en Europa, un componente clave para el abastecimiento de gas en el invierno europeo. En Alemania la capacidad de almacenamiento esta cubierta en un 58%. La Comisión Europea aprobó en mayo un requisito obligatorio para que todos los países europeos llenen sus almacenes como mínimo al 80% de su capacidad antes del comienzo del invierno.
Europa redujo a la mitad su consumo de gas ruso en el último año, de acuerdo con la consultora ICIS. El gas ruso representa actualmente el 20% del gas que se consume en el continente.
Primer contrato de LNG de largo plazo
Como parte de los esfuerzos para garantizar el abastecimiento de largo plazo, Alemania firmó esta semana su primer contrato de LNG con una empresa estadounidense.
La distribuidora alemana EnBW cerró un acuerdo con Venture Global para adquirir 1,5 millones de toneladas anuales de gas natural licuado a partir de 2026. El contrato es por 20 años, transformándose en el primer acuerdo de LNG de largo plazo que Alemania firma con otro país. El gobierno alemán había rechazado meses atrás la idea de firmar un acuerdo de similar duración con Catar.
Por otro lado, Alemania reactivará algunas usinas termoeléctricas a carbón para poder inyectar más gas en los almacenes pensando en el invierno. “Esto es amargo, pero es casi necesario en esta situación reducir el consumo de gas. Debemos y haremos todo lo que podamos para almacenar la mayor cantidad de gas posible en verano y otoño”, dijo Habeck, que pertenece a Los Verdes, uno de los partidos que conforman la coalición de gobierno. Pese a la crisis energética, el gobierno mantiene firme la decisión de cerrar en diciembre las últimas centrales nucleares en operación.
Un comentario
Que les pidan a los partidos verdes que se hagan cargo, ellos que quisieron cerrar las centrales nucleares por supuestos daños ambientales. La ideologia no va bien con la realidad