En medio de los crecientes problemas de abastecimiento que enfrenta el mercado local de combustibles, directivos de las principales petroleras del país se reunieron el martes por la tarde en el edificio de YPF en Puerto Madero para discutir cómo enfrentar esta delicada coyuntura, cuyo emergente más visible es la falta de gasoil en cada vez más estaciones de servicio.
La convocatoria partió del CEO de la petrolera controlada por el Estado, Sergio Affronti, quien como mensaje central le manifestó a las compañías productoras —PAE, Tecpetrol, Vista, Pluspetrol y Chevron, entre otras— que necesita unos 150.000 metros cúbicos más de crudo por mes para poder aprovechar toda la capacidad instalada de sus refinerías. Raízen, que opera la marca Shell en el país, también se manifestó en la misma línea. La compañía brasileña podría refinar entre un 10% y un 15% más de crudo, pero no consigue oferente en el mercado local que esté dispuesto a venderle a 55 dólares por barril cuando el precio de paridad de exportación se ubica cerca de los 100 dólares. Es lógico.
Si el gobierno tuviera una posición de mayor liderazgo, la reunión debería haber sido convocada por el secretario de Energía, Darío Martínez, pero como el funcionario neuquino apuesta a ser gobernador de Neuquén a partir de 2023 no quiere enfrentarse con las petroleras limitando las exportaciones de crudo, tanto de la Cuenca Neuquina como las del Golfo de San Jorge. Es por eso que pretende que sean las petroleras las que consensúen una solución sin la intermediación del Estado. Es la segunda reunión entre privados en menos de 10 días. Al igual que la anterior, que también fue consignada por este medio, se realizó en medio de un cuidado hermetismo.
Mar de fondo
YPF, en su condición de empresa líder del mercado que a su vez es controlada por el Estado Nacional, expresó que requiere unos 110.000 m3 adicionales por mes de crudo pesado y otros 40.000 metros cúbicos de crudo Medanito. El objetivo de la petroleras es preservar la autoregulación del mercado de petróleo tal como funcionó el año pasado. Para eso precisa que los productores resignen parte de la oferta que envían al mercado de exportación y la redireccionen al mercado interno. Lo que se está discutiendo, en el fondo, es un acuerdo entre privados para garantizar que las refinerías locales operen a plena capacidad y produzcan algo más de gasoil.
Fuentes privadas expresaron a EconoJournal que los productores de la cuenca Neuquina cubrirán el cupo de crudo adicional que reclaman YPF y Raízen con producción de Vaca Muerta.
Golfo San Jorge
Pero el mayor problema de YPF está en la cuenca del Golfo San Jorge. Desde hace varios años, la petrolera de mayoría estatal redujo significativamente su inversión en la provincia de Santa Cruz, donde opera yacimientos históricos como Los Perales. En los más de dos años de gobierno de Alberto Fernández, la empresa no modificó esa tendencia. De hecho, la falta de actividad en la cuenca es una de las razones que explican la virulencia de Claudio Vidal, secretario de petroleros privados de Santa Cruz, contra Pablo González, presidente de YPF y aspirante a la gobernación de la provincia en 2023, al igual que el dirigente gremial.
Como la producción de YPF en el Golfo San Jorge cayó de forma abrupta entre 2019 —el último año anterior a la pandemia— y 2021, a la petrolera le falta petróleo para cubrir las necesidades de sus refinerías, que fueron diseñadas para procesar una buena cuota de crudo pesado de tipo Escalante o Cañadón Seco. YPF produjo el año pasado 554.000 m3 menos de petróleo que en 2019, según datos de la Secretaría de Energía (Ver cuadro). La producción de PAE, la segunda petrolera del mercado, también fue a la baja en la cuenca, aunque en su caso, como parte de una base de producción mucho mayor, el retroceso es mucho menor que el de la petrolera de bandera si la caída se mide en barriles por día.
En retroceso
YPF pretende ahora que otros productores de la cuenca del Golfo San Jorge cubran su faltante de petróleo pesado. En esa lista figuran Tecpetrol, que opera el campo El Tordillo; Pampa, que tiene una participación minoritaria en campos en Chubut; CGC, que acaba de adquirir los yacimientos de la china Sinopec en Santa Cruz, cuya producción cae en picada desde hace tiempo; Capsa, que tiene un acuerdo comercial histórico con Shell (hoy propiedad de Raízen), y PAE, que produce Cerro Dragón, el mayor campo convencional del país; aunque, en rigor, debería haber sido la empresa que preside González quien se encargue de asegurarse su propio petróleo en lugar de dejar que su extracción en Santa Cruz caiga de manera sistémica por falta de inversión.
La falta de petróleo pesado se explica también por la declinación de los campos de Sinopec, hoy controlados por CGC.
En la convocatoria del martes en la torre de Puerto Madero YPF intentó discutir cómo solucionar el problema. De los productores que integran la lista, es probable que Tecpetrol y Pampa le terminen comercializando más petróleo; CGC, que opera las áreas de Sinopec, aún no es factor porque está en pleno proceso de aumentar la inversión, aunque insólitamente tiene problemas para levantar equipos de torre por la negativa del gremio que conduce Vidal; y PAE se autoabastece de crudo, dado que al ser un productor integrado proceso el crudo de Cerro Dragón en su refinería de Campana. En YPF consideran que, más allá de eso, podría comercializarles una fracción más del petróleo que extraen desde el Golfo San Jorge.
Pero la firma que conduce Marcos Bulgheroni afirmó que desde abril —una vez finalizada la parada de planta que la sacó de servicio durante marzo— empezará a correr más crudo Escalante para inyectar más gasoil al mercado. Habrá que ver, entonces, cómo hace YPF para conseguir más petróleo pesado. En términos numéricos, la discusión parece relativamente sencilla de solucionar, pero por lo que se ve a los privados les está costando ponerse de acuerdo.