La pandemia atraviesa atraviesa absolutamente todo. Al 2020 sin precedentes y con caídas históricas de demanda de energía se sumó un 2021 que combina nuevas oleadas del virus más la esperanza de las vacunas. Un combo que no aporta mucha certeza. En este particular contexto, las compañías petroleras están transitando el año bajo desafíos inéditos y de múltiples escenarios. Incluso con incertidumbre, las petroleras planifican, desarrollan y hasta ajustan sus planes para surfear la crisis mundial del COVID-19. Entre ellas se encuentra Wintershall Dea, la compañía alemana que opera en la Argentina desde final de la década del 70. Hoy está perforando cuatro pozos y construyendo un gasoducto de 11 kilómetros en Neuquén para emplear el gas asociado al petróleo y volcarlo al sistema, cuenta con presencia en campos no convencionales en Vaca Muerta, y participa de un proyecto offshore en la Cuenca Austral, en las aguas del sur de Tierra del Fuego.
“La crisis mostró que debemos tener proyectos flexibles capaces de responder a los mercados cambiantes”. Así definió el presente Thilo Wieland, el responsable de Wintershall Dea para América Latina, región desde donde la petrolera alemana obtiene actualmente hasta el 12% de su producción mundial. En una entrevista con TRAMA también contó que la compañía está concentrada “en el análisis de los factores financieros para superar la crisis”. Una buena síntesis del momento actual de la industria desde el punto de vista financiero. Wieland adelantó que este año la petrolera tiene planificado realizar la perforación de cuatro pozos en Aguada Federal y Bandurria Norte, dos campos de petróleo no convencional que la compañía opera en la Cuenca Neuquina.
Wintershall Dea es una de las pocas compañías que puede incorporar el desarrollo offshore en sus planes para la Argentina. De todos modos, el ejecutivo anticipó que están reevaluando el proyecto Fénix, un desarrollo de gas en el Mar Argentino comandado por un consorcio que la alemana comparte con la francesa Total, que es la operadora, y Pan American Energy (PAE). “Cada vez que hay una crisis también hay una ruta, una forma de encontrar soluciones y generar los incentivos correctos para nuevamente invertir” es, quizá, la frase más exacta de Wieland para describir los planes a futuro que tiene la compañía en la Argentina.
Esta vez asumimos la responsabilidad de ser operadores y es un nuevo paso en nuestro camino del desarrollo en la Argentina.
–¿Cómo definís el programa de actividades de Wintershall Dea previsto para 2021/2022 en la Cuenca Austral y en la Cuenca Neuquina, donde son socios de Total y Pan American Energy?
-2020 fue un año sin precedentes debido a la pandemia. La industria se vio afectada a nivel mundial. Hemos visto precios muy bajos y una degradación en la demanda de materiales. Estamos ante una situación desafiante. Para nosotros Latinoamérica representa un lugar de crecimiento. Producimos alrededor de 12% de nuestra producción mundial en esta región. Argentina tiene raíces claras y una presencia activa de décadas en la producción onshore y offshore de petróleo y gas, tanto convencional como no convencional.
La crisis mostró que debemos tener proyectos flexibles capaces de responder a los mercados cambiantes. Muchas compañías están ajustando sus planes de desarrollo en esta nueva situación, tratando de que los proyectos sean más resilientes para afrontar nuevos desafíos. Estamos concentrados en el análisis de los factores financieros para superar la crisis. También utilizamos el tiempo para revisar nuestros programas de desarrollo. La idea es perforar cuatro pozos en 2021 en la área Aguada Federal en la provincia de Neuquén. Por otro lado, en la Cuenca Austral estamos analizando las condiciones para llevar adelante desarrollos y el panorama es prometedor. Estamos ocupados en distintas áreas del país.
-Desde la Secretaría de Energía se da por sentado que el consorcio entre Total, Wintershall Dea y PAE está decidido a avanzar en una inversión en torno a los u$s 1.000 millones en el proyecto Fénix para el desarrollo offshore de gas en la Cuenca Austral. ¿La decisión está tomada?
-Estamos trabajando con todos los socios para reevaluar el proyecto completo bajo las nuevas condiciones y cuando terminemos ese análisis vamos a tomar una decisión final. La iniciativa comenzó dos años atrás y muchas cosas han cambiado, los mercados ya no son los mismos.
-En la Cuenca Neuquina el proyecto contempla la perforación de cuatro pozos para seguir conociendo las áreas de Aguada Federal y Bandurria Norte.
-Sí, esa es nuestra campaña técnica. Para el no convencional es muy importante que se quite el riesgo en cada uno de los pasos que damos, por eso ponemos el foco en el análisis detallado de los yacimientos y las formas de completar los pozos. Hay una variedad de parámetros técnicos que verificamos y luego serán decisivos para determinar las características del desarrollo.
-En Aguada Federal y Bandurria Norte están llevando adelante la operación, a diferencia de los proyectos de la Cuenca Austral, por ejemplo, donde forman parte de un consorcio. ¿Cuál es el balance de los últimos años en el rol de empresa operadora y cuáles son los desafíos?
-Esta vez asumimos la responsabilidad de avanzar como operadores y es un nuevo paso en nuestro camino del desarrollo en la Argentina. En cuanto a los desafíos, están en distintas dimensiones. Uno es de naturaleza técnica, en tanto tenemos que quitar el riesgo en cada paso para obtener una mejor comprensión de los activos. En los últimos dos años obtuvimos mucha información y logramos nuestros objetivos en cuanto a productividad, aplicación de nuevas tecnologías y reducción de costos. Esto nos lleva al siguiente nivel: la necesidad de infraestructura, caminos y trenes, entre otras cosas, como la relación estrecha con actores claves de la industria. Sin duda, todos estos parámetros son importantes para tener finalmente una operación eficiente. Vemos en este tiempo de crisis que los socios cercanos están en modo de cooperación. Todos han visto cómo afecta la crisis a las licencias. Lo que necesitamos como empresa es un marco estable que proteja los compromisos financieros a largo plazo.
-Wintershall Dea es una empresa con más de 40 años de presencia en la Argentina y está acostumbrada a lidiar con las crisis económicas y políticas del país. ¿Cómo definirías la crisis local actual marcada por el default e inserta en una crisis global?
-Tenemos un largo historial en Argentina. Estuvimos siempre en los altos y bajos, y observamos que cada vez que hay una crisis también hay una ruta, una forma de encontrar soluciones y generar los incentivos correctos para invertir nuevamente y quedarnos en la industria. Es un contexto de elevada tasa de inflación y devaluación del peso, con lo cual hay un gran desafío macroeconómico del país que se refleja en las acciones que toma el gobierno. En este marco, el impulso del Plan Gas.Ar, y su implementación es importante para generar confianza y un escenario de desarrollo atractivo.
-Un denominador común de los últimos planes de estímulo que llevó adelante el Estado argentino remite a la demora en los pagos de compensaciones o subsidios que deben recibir los productores de gas. ¿Creés que puede volver a pasar en el Plan Gas.Ar?
-Confiamos en el plan y la confianza en cuanto a los pagos es fundamental.
-El proyecto de Neuquén contempla la perforación de cuatro pozos a lo largo de 2021. ¿Van a trabajar con un equipo de perforación en forma continua?
-Sí, la idea es trabajar con un equipo capacitado. Queremos iniciar este proyecto lo antes posible y obtener más datos técnicos que nos ayuden a definir el desarrollo.
-Hay una curva de aprendizaje por la cual muchas empresas que están explorando Vaca Muerta migraron de un diseño de pozo de etapas laterales más cortas a etapas laterales más largas –de hasta 3.500 metros–, incorporando etapas de fractura. ¿Wintershall Dea está pensando algún diseño específico?
-Esas cuestiones técnicas deben ser evaluadas porque contribuyen al aumento de la productividad y la disminución de costos. Como dije, aún estamos en un período de análisis detallado. Mi proyección es que el petróleo y el gas de Vaca Muerta serán muy competitivos en el mercado global. Eficiencia y economía son dos claves importantes para que la Argentina pueda posicionarse y exportar petróleo y gas. ×