Desde el aislamiento decretado por el gobierno nacional el 19 de marzo para combatir la expansión del coronavirus, la demanda de energía cayó un 23%, principalmente por la abrupta caída de la actividad industrial.
Según datos de la compañía Cammesa, la empresa mixta que administra el Mercado Eléctrico Mayorista (MEM), el descenso en la demanda energética entre el viernes 20 y el domingo 30 de marzo fue de 4.089 MW (23%). En el caso de las distribuidoras y los grandes usuarios de los distribuidores (GUMI), el descenso fue de 19% (3.049 MW). Para los grandes usuarios mayores (GUMAs), la caída fue de 46% (1.040 MW). Los grandes usuarios cayeron 60% (958 MW), el sector de alimentación, comercio y servicios lo hizo en un 16% (69 MW) y los grandes usuarios de petróleo y minerales cayeron 5% (13 MW).
“La actividad por la mañana disminuye, produciendo un apagado similar a un domingo, y reduce la pendiente de crecimiento hacia el mediodía”, resalta el informe publicado por Cammesa, donde analiza la demanda en el período previo y posterior al aislamiento. Además, agrega que “el pico nocturno se adelanta aproximadamente media hora por la actividad hogareña y se extiende por mayor tiempo”.