Cinter nació en 1973 como una empresa familiar y en 46 años se convirtió en el mayor fabricante argentino de estructuras metálicas y uno de los más importantes de la región. Con el tiempo se ganó un lugar significativo en la industria argentina. Sus plantas, ubicadas en las provincias de Santa Fe y San Juan, cuentan con tecnología de nivel internacional.
Hace dos años incorporó una línea de pintura íntegra para estructuras de acero que trabaja como lo hacen las automotrices cuando pintan las carrocerías de los vehículos. Este año sumó una línea nueva robotizada para su planta de Santa Fe. Un detalle no menor, ya que es la única industria de su tipo en el país en tener ambas líneas en sus instalaciones.
«En Estados Unidos o Europa tienen exactamente la misma tecnología que tenemos nosotros. Estamos en un desarrollo industrial de primer nivel internacional», subrayó Juan Carlos Vincencini (h), gerente general de Cinter, en diálogo con TRAMA. Su padre fue el fundador de la firma, que nació como una empresa de ingeniería y que aún hoy es su principal característica. «La ingeniería es el rasgo de competitividad de nuestros proyectos», reforzó.
La economía cíclica de la Argentina a lo largo del tiempo tuvo su impacto en la empresa, aunque el directivo remarcó que la diversificación del mercado, que da cuenta de los diferentes proyectos que puede diseñar y llevar a cabo Cinter, le permitió a esta firma poder «surfear» esos vaivenes. Los proyectos en donde hoy se apoya tienen que ver con la industria del petróleo y el gas, las compañías energéticas, las automotrices y la minería. En esta línea, Cinter estuvo a cargo de todas las estructuras nuevas de la planta de coqueen la refinería de Ensenada de YPF, de la ampliación de la refinería de Axion y de las instalaciones de Tecpetrol en la formación Vaca Muerta.
Según Vincencini, la clave para que esta empresa de origen familiar sea lo que es hoy pasa por no estancarse y diversificarse a tiempo por los distintos rubros de la industria.
¿Cuál es la principal característica de Cinter?
—Somos especialistas en encontrar soluciones en ingeniería que, a su vez, es donde se buscan las optimizaciones económicas de los proyectos industriales.
Si bien se destacan en varios segmentos, ¿cuál es el área central de Cinter?
—Depende de la coyuntura. Hace algunos años atrás quizá era un área, pero en dos o tres años para adelante hay un sector que estaba latente y de golpe aparece. En este momento, los rubros petróleo y gas, energéticas, minería y automotriz concentran la mayor cantidad de obras de nuestra empresa. Pero hubo años en los que el sector central fue el de la industria alimenticia, donde hemos hecho proyectos importantes. En estos momentos, ese sector no es el central.
¿Qué hito se destaca de la compañía en los últimos años?
—En el rubro petróleo y gas, participamos en las ampliaciones de la refinería de YPF en Ensenada. Todas las estructuras de acero de la planta nueva de coque fueron suministradas por nosotros. Recuerdo que demandaron alrededor de 7.000 toneladas de acero. También en la refinería de Axion de Campana hicimos trabajos importantes. En el rubro automotriz, en este momento tenemos una obra muy importante, ya que somos proveedores para la firma Volkswagen en el proyecto de ampliación de su planta de Pacheco. Participamos en el proceso de las nuevas líneas de camionetas de Nissan. También hicimos grandes proyectos para la compañía General Motors.
¿En la refinería de YPF también trabajaron con estructuras de hormigón?
—No, fueron todas estructuras de acero. Si bien realizamos trabajos con hormigón, nuestro rasgo distintivo es el acero. Somos el mayor fabricante argentino de estructuras metálicas. Nosotros hacemos estructuras y obras completas pero les suministramos a esos proyectos ingeniería y estructura de fabricación propia. Tenemos una planta industrial de 71.000 metros cuadrados en la ciudad de Santa Fe, donde contamos con tecnología de avanzada. Este año hicimos una inversión grande en esa planta con una línea nueva robotizada. Es la primera planta en el país, y casi seguro en la región, que incorpora una línea de fabricación robotizada en estructuras metálicas. Ganamos en calidad y en producción.
¿Está integralmente robotizada?
—No. Hasta este momento en Cinter teníamos todos los procesos de fabricación con máquinas controladas por software. Pero el armado final de la estructura terminaba siendo con operarios soldando y cortando, es decir, con el funcionamiento tradicional. Esa línea va a seguir funcionando de ese modo pero para proyectos especiales, que no son susceptibles de pasar por una línea robotizada. Para aquellos proyectos donde los componentes son un poco más estándar, utilizamos la línea de robotización. Por ejemplo, un pipe rack (estructura de acero donde se apilan las tuberías) que utiliza una refinería va a ser fabricado íntegramente mediante una línea robotizada.
¿Cómo fue trabajar en la refinería de Axion, que es muy grande y que no detuvo su producción?, ¿técnicamente esto tuvo un condicionamiento adicional?
—Trabajar con una refinería funcionando siempre es más difícil y complejo. Requiere una coordinación entre la operación, llevada adelante por el cliente, y nosotros, que tenemos que hacer nuestro trabajo. Por ejemplo, y esto no tiene que ver solo con Axion, sino en general, en una refinería hay determinadas condiciones operativas. Los controles de seguridad se maximizan al extremo y por eso las tareas son mucho más coordinadas y más costosas también, porque se requieren rendimientos que no son los mismos que en otras instalaciones. De todos modos, nada que no podamos resolver como empresa, porque ya estamos habituados a realizar estos trabajos.
¿Cómo fue el proyecto de la nueva línea robotizada?
—La inversión de esta planta robotizada en realidad constituye la segunda parte de la ampliación de la planta que venimos haciendo hace algunos años. La hicimos en la planta de Santa Fe. Hace dos años, invertimos en equipamiento alrededor de 2 millones de euros. Ahora, con la línea robotizada, la inversión fue de 3 millones de euros.
¿Cómo ves la economía del país para 2020?
—La economía está delicada y la negociación con los acreedores la coloca en un lugar de incertidumbre. Esto se lo asigno a una situación estructural, no por un color político. Hay que ver cómo se transita ese proceso, pero mientras tanto nadie puede estar tranquilo. Ahora bien, soy optimista. La Argentina va a atravesar un próximo año difícil, pero creo que vamos a encontrar una solución a estos problemas. Somos un país que tiene buenas universidades, recursos humanos y recursos naturales. Tenemos muchas condiciones para arrancar un proceso de recuperación económica.
Siendo el mayor fabricante de estructuras metálicas del país, ¿cómo hacen para darle continuidad a los proyectos con una economía cíclica como la argentina?
—Es difícil, hay que saber asumir esos desafíos. La clave tiene que ver con la diversificación de los mercados. Cuando algún sector está inactivo, normalmente ocurre que otro sector está invirtiendo. Hay sectores donde vemos malas noticias en los diarios porque su producción cayó, pero al mismo tiempo ese sector está invirtiendo porque son compañías que planifican a largo plazo. Esto pasa mucho en el sector automotriz, donde un año puede bajar su producción, pero al mismo tiempo una empresa está planificando invertir porque su expectativa de crecimiento del negocio a largo plazo continúa. Esta característica de la industria más la diversificación del mercado que desarrollamos nosotros en Cinter es lo que nos permitió surfear los ciclos económicos del país. Lo cual no quita que no sintamos las crisis. Siempre los movimientos a nivel nacional repercuten en la empresa. Pero aún en los períodos de crisis podemos firmar contratos en sectores donde la actividad económica es planificada mirando varios años hacia adelante.
¿Tuvieron que implementar alguna iniciativa particular en la organización?
—No tuvimos una receta particular, pero sí algunas claves. Una de ellas tuvo que ver con que nosotros estamos muy encima del negocio mirando cada contrato, cada escenario, cada situación, evaluando los riesgos, tratando de tomar decisiones acertadas. Estamos encima en todos los frentes, en lo comercial, en lo financiero, lo productivo y en las distintas obras. Somos una empresa donde la dirección está muy involucrada con el desarrollo integral de los proyectos.
Luego de incorporar la línea de pintura y de robótica, ¿qué es lo que viene en materia de tecnología?
—Si nosotros miráramos la línea actual, podríamos no haber invertido, sobre todo en el área robotizada porque es una apuesta a futuro. Yo comparo la incorporación de la tecnología robotizada a cuando en ingeniería se pasó del papel a los diseños asistidos por computadoras. Al principio, quienes siguieron con el papel lo hacían más rápido porque los que estaban con la computadora estaban aprendiendo. Pero el que no dio el paso, se quedó. Esta inversión en la línea robotizada tiene que ver con el futuro. Cinter no necesita esa inversión para la demanda actual del mercado porque con lo que teníamos era suficiente. Sin embargo, decidimos invertir utilidades en este tipo de tecnologías porque entendemos que tiene que ver con el futuro. Y para estar presentes en el futuro, hay que anticiparse. Esa es la visión estratégica y el valor central que tenemos.
¿Qué máquina tienen en la planta a nivel internacional?
—Contamos con electrosoldadoras de perfiles, línea de medición de control numérico, entre otras varias máquinas. Son todas muy modernas, ninguna tiene más de 10 años. Pero lo realmente novedoso de Cinter es la nueva línea en pintura y robótica. No conozco ninguna otra empresa en la Argentina que tenga las dos. La línea de pintura es fundamental porque sustituye el sistema de pintado manual tradicional por uno al estilo de como pintan las automotrices las carrocerías de los autos. La pintura tiene una calidad y performance altísima. En cuanto a la línea de robotización, es lo que se viene, y estamos dando los primeros pasos.
¿Tienen algún proyecto en Vaca Muerta o en upstream?
—Estamos procurando incrementar nuestro desarrollo en Vaca Muerta. En este momento estamos haciendo estructuras para las nuevas oficinas corporativas de Tecpetrol. Estamos teniendo desarrollo en estructuras y piping (tuberías) y eso es clave en Vaca Muerta por la velocidad. Hay grandes concentraciones de trabajo. Entonces, una empresa que pueda disponer de obras preingenierizadas, es decir, prefabricadas y premontadas, y finalizar los trabajos en el sitio, es una empresa que hace ganar tiempo y dinero a los clientes. A eso apuntamos.
¿En relación con ell piping, pueden hacer gasoductos?
—Tenemos muchos kilómetros de piping dentro de las refinerías con tuberías de combustibles, de gas, vapor, tuberías de todo tipo. ×
Santa Fe y San Juan
Las plantas industriales en números
En Cinter trabajan 350 personas y más de 100 son profesionales, principalmente ingenieros y arquitectos. Entre empleos directos e indirectos suman 1.000 personas. Su planta de la provincia de Santa Fe está ubicada en el Parque Industrial Sauce Viejo, frente al aeropuerto de la capital provincial. Cuenta con tecnología de avanzada y una nueva línea robotizada. Está emplazada en un terreno de 71.000 m2 y 43.000 están destinados al área de fabricación. Es la planta de mayor capacidad y más moderna en su tipo de la Argentina. Se fabrican grandes estructuras de acero y paneles de poliuretano bajo estrictas normas de calidad: AISC, Factory Mutual y las normas ISO 9000 son, entre otros, estándares certificados de nuestra producción. La planta de San Juan tiene 40.000 m2
y 11.000 m2 están destinados a áreas de producción. Fue puesta en marcha en 2011.
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Tuve el gusto de supervisar el trabajo de la contratista Cinter para una nave industrial en la Central Térmica, muy buena calidad de fabricación y mejor gestión en el montaje y seguridad..
Por lejos van a ser número 1 durante un largo tiempo.
Mis saludos a los responsables Ramiro Del Moral y Ricardo Luquez
Si tengo una referencia de cómo hacer industria en nuestro país y anticiparse al menos 5 años en lo que va a venir, esa firma es Cinter. Y esta conclusión no la cambio desde hace unos 30 años.
Producto de propietarios profesionales con mucho mucho cerebro.
Un ejemplo !!!!
Marcelo Modenesi VMC