YPFB, la petrolera estatal de Bolivia, envió ayer una carta a IEASA (ex Enarsa) en la que advierte que podría incumplir el contrato de exportación hacia la Argentina como resultado de la crisis social que se vive en el país del Altiplano por el golpe de Estado contra el gobierno de Evo Morales. La misiva firmada por Marcelo Guarachi, gerente de Contratos de YPFB, a la que tuvo acceso EconoJournal, precisa que “grupos de personas tomaron el campo Carrasco y estaciones de bombeo y compresión de hidrocarburos más cercana a este yacimiento”. Y agrega que “asimismo, no se descarta la toma de otras instalaciones de producción o transporte de gas natural”.
La notificación tiene efectivo preventivo. Ayer, la petrolera boliviana entregó los 11 millones de metros cúbicos (MMm3/día) que establece el acuerdo entre países acordado en 2006, que sufrió varias adendas de readecuación (la última firmada a principios de este año por el secretario de Energía, Gustavo Lopetegui).
Sin embargo, si conflicto político y social en Bolivia recrudece, las importaciones de gas desde ese país —cubren casi un 10% de la demanda local del hidrocarburo— se verán afectadas. Por eso, YPFB da un paso más allá y reclama la liberación de las obligaciones fijadas por el contrato entre partes. “La presente notificación tiene por objeto comunicar a usted que, YPFB al encontrarse impedida de cumplir sus obligaciones en el marco del contrato de compra-venta de gas natural, por un evento fuera de su control, invoca la liberación del cumplimiento de sus obligaciones debido a un evento de fuerza mayor/caso fortuito, conforme lo dispuesto en la Cláusula Decimosexta del GSA”, argumenta la empresa.