La impensada baja del precio internacional del petróleo —en los últimos dos días, la cotización del barril perdió un 8%— alteró el mapa de lectura de un nuevo aumento de los combustibles promovido por YPF, que el sábado incrementó sus pizarras en surtidores un 1,5 por ciento. Shell siguió el mismo camino pocas horas más tarde. Y Axion Energy movió sus pizarras a las cero del domingo.
El Brent, la referencia para el mercado de importación de derivados del crudo, cerró el viernes a US$ 63,25, casi cinco dólares menos de los 68 dólares a los que cotizaba a inicios de la semana. El dólar, la otra variable que afecta el negocio, se mantuvo prácticamente invariante durante todo marzo, en la banda de los $ 45 en el mercado mayorista. Sin embargo, las naftas volvieron a subir por 18º mes consecutivo pese a que cuadros técnicos del gobierno sostienen que “si este precio del petróleo se mantiene, no hubiese sido necesario actualizar los precios porque los márgenes de refinación están equilibrados”.
¿Cómo se explica, entonces, la decisión de YPF, Axion Energy y Shell, las tres grandes refinadoras del mercado?
- “Nosotros trabajamos con precios promedios de los productos que vendemos y no con los precios del crudo cada día. A pesar de la baja del barril, e incluso si se estabilizara en esta cifra (63 dólares), igual quedaríamos abajo de los importes necesarios para estar en la paridad importación”, explicó el presidente de una petrolera.
- “Lo mas importante, que tal vez los funcionarios olvidan, es que hace tres meses que venimos con una diferencia en contra muy importante y absorbiendo perdidas por no poder trasladar a surtidores la devaluación y la suba del Brent registrada entre enero y abril”, cuestionó.
Si bien no logró frenar el alza de las naftas, la caída del petróleo sí logró atemperar el aumento. Hasta el jueves, las petroleras preveían un retoque del orden del 3 por ciento. La recomposición terminó siendo de la mitad. En esa moderación incidió también la decisión de la Secretaría de Energía de postergar un mes el aumento del impuesto sobre los combustibles (ILC), lo que garantiza una nueva suba para el 1º de julio que partirá de un piso del 1,6 por ciento.
Números
La nafta súper de YPF, que sigue teniendo los precios más baratos del mercado, trepó hasta los $ 42,64 en sus estaciones de Capital Federal. La Infinia llegará a los $49,20 y el gasoil a los 40,24 pesos. En el interior, la suba fue más alta.
Las petroleras argumentan, además, que el aumento en surtidores se explica también por el salto en los precios de los biocombustibles que se mezclan con naftas y gasoil dispuesto por el gobierno. “Ayer (por el viernes) informaron una nueva fórmula que eleva el costo de los bios. También impacta el aumento de la tasa de estadística (pasó de 0,5% a 2,5%) que encareció la importación de naftas y gasoil premium que no se refinan en el país”, advirtieron desde otra petrolera.
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