El secretario de Energía, Gustavo Lopetegui, recibió ayer por la tarde a empresarios y sindicalistas del sector petrolero que integran la Mesa de Vaca Muerta. Una de los temas que se analizó son los posibles despidos que podría provocar la decisión de Tecpetrol de dar de baja cinco de los seis equipos con los que venía operando en Fortín de Piedra. Dos los trasladará a campos que tiene en Río Negro y el norte de Neuquén, pero la desafectación de los tres restantes podría dejar en la calle a cerca de 200 trabajadores cuando finalice el contrato que tienen con la norteamericana Helmerich & Payne, Inc. (H&P), dueña de la maquinaria que alquilaba Tecpetrol. Los contratos son semestrales, pero a 42 trabajadores le vencen esta semana y todavía no está claro cuál será su futuro.
El secretario general del Sindicato de Petroleros Privados de Neuquén, Guillermo Pereyra, aseguró ayer al finalizar la reunión que “no habrá despidos”. La secretaría de Energía, por su parte, fue un poco más cautelosa al afirmar a través de un comunicado que “las empresas ya se encuentran trabajando para redireccionar equipos que puedan trabajar en proyectos de petróleo para otras compañías”.
Las petroleras generalmente le alquilan los equipos de perforación a las estadounidenses H&P y Nabors o a empresas con participación local como San Antonio y Quintana, quienes se hacen cargo de los trabajadores que demanda la operación de los mismos. Por lo tanto, la relación laboral de esas personas no es con el operador del campo petrolero sino con el propietario del equipo. Los contratos a termino o de plazo fijo suelen ser por seis meses y la legislación permite renovarlos en esas condiciones hasta 5 años, aunque el sindicato no tolera que la relación precaria se extienda más allá de 2 años.
Luego de que el gobierno recortó los subsidios a la producción de gas no convencional en Vaca Muerta, Tecpetrol le comunicó a H&P que daría de baja cinco equipos de su campo y solo reubicaría dos. Los otros tres serían absorbidos por otras empresas como YPF y Pan American Energy (PAE). La decisión afecta a cerca de 200 trabajadores, unos 60 por equipo, pero la desvinculación recién se produciría cuando venza el contrato laboral. De esos 200, hay 42 que se están por quedar sin trabajo en los próximos días ya que el contrato les vence ahora y si H&P no tiene donde ubicar el equipo no renovará el vínculo.
A Pereyra le preocupa especialmente esta situación porque además de ser secretario general del sindicato petrolero es senador, y uno de los hombres fuerte, del Movimiento Popular Neuquino, que el próximo 10 de marzo enfrenta una elección clave en la provincia ya que se renueva nada menos que el cargo de gobernador y Omar Gutiérrez va por la relección en representación de su partido.
Pereyra teme que si hay despidos en medio de la campaña electoral eso sea aprovechado por el candidato del PJ, Ramón Rioseco, quien ya ha venido advirtiendo sobre los despidos que provocará la decisión oficial de recortar subsidios. Fue por ello que anoche Pereyra aseguró luego de la reunión que “Rioseco se tragó la lengua. Son mentiras las que dijo. No hay ni va haber despidos. Lo dice porque sabe que pierde las elecciones”.
El problema de Pereyra es que efectivamente hay 42 trabajadores que pueden quedar en la calle en los próximos días. Por eso anoche reclamó en la reunión que no haya despidos, al menos no antes de las elecciones, ya que no quiere que el PJ aproveche la situación y puede alzarse con un triunfo clave. Todavía no está claro como se hará para que H&P no deje en la calle a esos 42 trabajadores, pero está claro que Pereyra hará todo lo que esté a su alcance para que eso no ocurra.