El Enargas todavía no publicó los nuevos cuadros de las tarifas de gas para el segmento regulado (hogares, comercios y PyMEs de bajo consumo). Debía hacerlo ayer según el cronograma oficial, que estipulaba un aumento a partir del 1º de octubre. Pero por la crisis macroeconómica, que obligó a readecuar los contratos de abatecimiento entre petroleras y distribuidoras, no se pudo llegar a la fecha prevista. Técnicos del ente regulador trabajan contrarreloj para presentar los nuevos cuadros mañana en el Boletín Oficial.
Sin embargo, pese a que las tarifas actualizadas aún no se presentaron públicamente, las distribuidoras de gas cuestionan el andamiaje metodológico utilizado por el Enargas para determinar los aumentos. En concreto, las principales gasíferas —Naturgy (ex Gas BAN), Metrogas, Camuzzi y EcoGas, entre otras— advierten que el oreganismo regulador, que preside Mauricio Roitman, utilizó a tal fin una fórmula polinómica que no está prevista en el marco regulatorio. En función de esa metodología, el ente concluyó que las distribuidoras recibirán una recomposición de sus ingresos del 19,7% por el impacto de la inflación, al igual que recibieron la semana pasada las transportistas TGN y TGS.
Las distribuidoras habían solicitado en la audiencia pública una actualización cercana al 30%, es decir, 10 puntos más de lo que recibirán. Pero aunque la merma económica es relevante con relación a sus aspiraciones, altos ejecutivos del negocio explicaron a EconoJournal que su mayor preocupación reside fundamentalmente en el cambio de las reglas utilizadas para calcular las tarifas. Según la interpretación de las empresas, la actualización por inflación tendría que haberse realizado en función de la variación del IPIM que mide la evolución de los precios mayoristas. Esa fue la variable empleada para ajustar las tarifas en 2017 y en abril de 2018.
El Enargas, en cambio, optó por aplicar una fórmula polinómica que tuvo en cuenta también la evolución del Índice del Costo de la Construcción y un coeficiente salarial (IVS). “Se observó que, para el período a considerar para el presente ajuste, es decir, la variación entre febrero y agosto de 2018, existía una notoria disparidad entre el IPIM y otros indicadores de la economía”, explicó el ente regulador a través de la resolución 265 publicada la semana pasada.
Explicaciones
“Resulta razonable que para el presente ajuste semestral se aplique una metodología que considere una adecuada combinación de índices que reflejen en mejor medida la variación de los indicadores de la economía general”, añadió. El Enargas aclaró que “tal aplicación (de una fórmula polimodal novedosa) no significa un cambio metodológico” del principio general establecido en la Revisión Tarifaria Integral (RTI) en el anexo V de la resolución I-4363/17. Por el contrario, el ente considera que, para el caso del semestre que va de octubre de 2018 a marzo de 2019, la “significativa disparidad” entre el IPIM y otros indicadores económicos habilitan “el ejercicio de potestades técnicas” para determinar una metodología alternativa.
Las distribuidoras de gas no comparten la visión. Alegan que el procedimiento no está especificado en ninguna resolución del organismo. “En ningún lado estaba escrito que se podían cruzar el IPIM con el índice de la construcción o el IVS salarial”, cuestionó el presidente de una distribuidora, bajo reserva de nombre. Por eso, varias empresas analizar recurrir administrativamente la decisión del organismo. “Sabemos que el escenario es complejo y que el ente tiene buena voluntad, pero esto sienta un antecedente complicado para nosotros, más que nada en el plano financiero. A partir de ahora, cuando vayamos a un banco a pedir un crédito para solventar inversiones, no vamos a poder explicar cómo se actualizan nuestros ingresos”, se explayó la misma fuente.