TEPSI es una compañía con casi tres décadas de existencia que se dedica a la investigación y el desarrollo de ingeniería, algo que le da la posibilidad de prestar servicios a todas las industrias, principalmente las de petróleo y gas, la generación eléctrica, y la minería. Sobre esa base, la empresa alcanzó este año un salto en su trabajo mediante la incorporación de equipos de última tecnología, como un escaner 3D y un avión no tripulado (UAV) que facilita y acorta el tiempo de relevamiento, levantamiento e inspección, abarcando no sólo los rubros de gas, petróleo y minería, sino también incursionando en la agricultura y estudios hidrológicos, entre muchos otros.
En paralelo, fortaleció la División de Gestión de Riesgos, que se ocupa de prevenir problemas con los trabajadores, las instalaciones, el medio ambiente y hasta el prestigio de sus clientes.
“Las actividades de TEPSI se desarrollan en una creciente variedad de rubros. En el plano local, seguimos proveyendo soluciones de ingeniería, operación y mantenimiento, asistencia al precomisionado, inspección y supervisión, entre otros, con contratos continuos a Gas Fenosa, Pan American Energy, YPF, Pluspetrol, Manpetrol, Tecpetrol y Pampa Energía. Desde hace un tiempo participando en los principales proyectos de hidrocarburos no convencionales y gasoductos del país”, explicó Adolfo Vercellone.
Es la base sobre la cual TEPSI intentará seguir creciendo el año próximo, entre otras cosas, mediante el fortalecimiento de su Unidad de Gestión en Neuquén, con nuevas instalaciones y servicios. “En un futuro cercano será imperioso demostrar fehacientemente la confiabilidad de las instalaciones. Prepararse a tiempo dará ventajas comparativas a quienes sepan largar primero”, estimó el directivo.
En la última década se ha instalado definitivamente la necesidad de confiar en las instalaciones nuevas desde el minuto cero. “Antes se partía del supuesto de que ‘escoba nueva barre bien’, lo que pocas veces se cumplía. La realidad demuestra que es indispensable verificar los trabajos de montaje. No por impericia de las constructoras, sino porque la construcción es un trabajo de definiciones ‘gruesas’, mientras que la operación ininterrumpida depende de un buen diseño y de detalles muy ‘finos’ que deben verificarse y validarse”, completó, para quien el principal diferencial de la empresa es su gente. “Nuestra misión es comprometernos con los problemas de nuestros clientes, asumiéndolos como propios hasta su resolución definitiva. Nos paramos junto a ellos, no enfrente, buscando solucionar inconvenientes más allá de aquellos específicos para los que nos llamaron. Incluso muchas veces nuestro cliente directo es quien está construyendo la planta, pero nuestra actitud apunta a las necesidades del cliente final, el propietario. Eso hace que frecuentemente nos anticipemos al reclamo futuro de quien recibirá la obra”, resumió.
Finalmente, unas sabias palabras que aprendimos luego de Deepwater Horizon: “El optimismo respecto de la integridad de nuestras instalaciones de producción, no es una buena táctica de trabajo.”
Pérez concluye con un mensaje: “Se ven a diario muchos casos de proyectos donde lo único que se pondera es el precio, y eso es muy peligroso para una industria que ha ganado su prestigio por un altísimo standard de calidad, seguridad, salud y medio ambiente; que no representan un gasto, ni una ineficiencia económica, sino una inversión en confiabilidad de las instalaciones y una minimización de riesgos a futuro”.
