El Ministerio de Energía publicó hoy la resolución 46-E, que crea un nuevo programa de estímulo a la producción no convencional de gas. Según el texto del Boletín Oficial, la normativa implicará, en la práctica, el pago vía subsidios de un mejor precio para las petroleras que inviertan en Vaca Muerta, la formación de roca madre de la cuenca Neuquina que es presentada en la industria como un ingente reservorio no convencional de hidrocarburos.
El programa entrará en vigencia el 1° de enero de 2018 y contempla el pago de un valor decreciente del gas durante los próximos cuatro años, que comenzará en US$ 7,50 por millón de BTU en 2018 y descenderá a razón de 50 centavos de dólar por año hasta cerrar en US$ 6 en 2021.
En todos los casos, son precios que están por encima de la media del mercado, que se ubica en torno a los US$ 4 por MMBTU.
En términos fiscales, la aplicación del programa le costará al Tesoro entre 1000 y 2000 millones de dólares por año.
En los hechos, la iniciativa funcionará como la continuidad del Plan Gas, tal como se conoce al programa de estímulo a la inyección excedente de gas creado por el gobierno anterior en enero 2013. Esa iniciativa expira el 31 de diciembre de 2017. De ahí que la premura de la industria desde hace meses para saber cómo se acomodará el esquema de precios de gas a partir del año que viene.
Para acceder a los beneficios del nuevo programa habrá que inscribirse en un registro que monitoreará Energía con la participación de la gobernación de Neuquén, que oficia de autoridad de aplicación.
El ministro de Energía, Juan José Aranguren, aspira a conseguir compromisos de inversión para los campos de gas de Vaca Muerta por US$ 4 mil millones para este año y alrededor de US$ 7 mil millones para 2018, según indicaron a EconoJournal allegados al funcionario.
Desde el la óptica del Ministerio Energía, la iniciativa contribuirá a materializar una nómina de proyectos que están en etapa piloto a la espera de que se den las condiciones de inversión necesarias. En esa nómina figura, en primer lugar, la concreción de la primera etapa de un proyecto de shale gas de Aguada Pichana, el yacimiento concesionado a Total, PAE, Wintershall e YPF. Las empresas tienen presupuestado una inversión de US$ 500 millones para el área y están desde hace meses a la espera de que el Gobierno. También la continuidad del proyecto de tight gas en Lindero Atravesado que encabeza PAE, y el desarrollo de shale gas en El Orejano, el bloque que comparten YPF y la petroquímica Dow. En Energía se ilusionan, además, con poder traccionar inversiones para otras áreas como Fortín de Piedra, operada por Tecpetrol, brazo petrolero de Techint; La Escalonado, en manos de Total y Shell, y La Invernada, de ExxonMobil.