La Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) está negociando con la gobernación de Neuquén ceder su participación accionaria en la Empresa Neuquina de Servicios de Ingeniería (ENSI), firma conjunta que opera la Planta Industrial de Agua Pesada (PIAP) ubicada en la provincia patagónica. ENSI es una sociedad estatal integrada en un 51% por la provincia de Neuquén y en un 49% por la CNEA. La clave de la negociación está en el canon que la CNEA pretende cobrarle a la provincia por el usufructo de la planta, según pudo confirmar EconoJournal de distintas fuentes. Desde la CNEA respondieron a este medio que la institución seguirá siendo la propietaria del activo.
Emplazada en Arroyito, la planta de agua pesada es la más grande del mundo en términos de capacidad de producción, pero dejó de producir en 2017 por falta de demanda interna y externa. Desde entonces se mantiene en estado de conservación.
Negociación
La CNEA es la propietaria de la PIAP, mientras que la operación, mantenimiento y gestión de la misma recae sobre ENSI. EconoJournal supo que la negociación en curso involucra el traspaso de las acciones de la CNEA en ENSI y la cesión de las instalaciones por un período mínimo de 25 años a la provincia de Neuquén, a cambio del cobro de un canon a la provincia por el usufructo del activo durante ese período. La transferencia de las acciones a la provincia supone que Neuquén pasará a tener el pleno control de la gestión comercial de la planta. «Es una negociación en curso con varios detalles aún por definir», subrayó una de las fuentes.
Desde la institución científica nuclear confirmaron que el activo seguirá en manos del organismo, aunque declinaron en brindar detalles sobre la negociación en curso. «La Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) mantiene un diálogo técnico permanente con la provincia de Neuquén para avanzar en la reactivación de la Planta Industrial de Agua Pesada (PIAP), que lleva más de ocho años sin actividad, y garantizar una operación eficiente. En este marco, se están definiendo las condiciones para un nuevo convenio que redefina el rol de ENSI y establezca un esquema de gestión que optimice el uso de la PIAP, siempre bajo propiedad de la CNEA«, respondieron oficialmente.
El traspaso de la operación, mantenimiento y gestión comercial de la PIAP a la provincia de Neuquén también supondría que la CNEA dejará de pagar los costos de la conservación del activo. La institución viene cubriendo la totalidad de las necesidades operativas de la conservación de la planta desde 2017, incluyendo el pago de salarios, insumos, energía eléctrica, gas natural, mantenimiento, laboratorios y cargas impositivas.

Desde el Ministerio de Planificación de Neuquén declinaron en hacer comentarios «hasta que no se llegue a acuerdos sobre el tema».
Canon y tecnología
La principal diferencia entre las partes es por el pago de un canon. La CNEA pretende cobrar el mismo a partir de la firma de contratos vinculantes entre ENSI y los clientes, pero la posición de la provincia sería abonar el canon cuando la planta efectivamente vuelva a producir agua pesada. Los trabajos para volver a producir agua pesada demorarían unos 24 meses y requieren de inversiones en el orden de las decenas de millones de dólares.
La negociación en curso también involucra cuestiones relacionadas al know-how tecnológico y operativo de la planta. Quienes conocen los pormenores del funcionamiento de la misma explican que la CNEA fue reduciendo a lo largo del tiempo el personal propio que tenía en planta, delegando en el personal de ENSI el manejo y conocimiento del activo.
Acuerdo para reactivar la PIAP
La negociación también se inscribe en el contexto de un acuerdo rubricado este año por la CNEA, ENSI y la provincia de Neuquén para avanzar en la reactivación de la PIAP. El mismo incluye una adecuación societaria de ENSI conforme al Decreto 70/2023, que establece la transformación de las empresas del Estado en Sociedades Anónimas.
En ese momento también se informó que se acordó avanzar en la convocatoria realizada por ENSI, a través de cartas de intención, a potenciales interesados en la adquisición de agua pesada.
La gobernación de Rolando Figueroa está buscando reactivar la producción de la PIAP a partir de la firma de contratos entre ENSI y clientes internacionales de agua pesada. Con ese objetivo fue que lanzó una convocatoria internacional para sonder el interés del mercado, obteniendo respuesta afirmativa de al menos cinco empresas no identificadas, según lo publicado por Diario Río Negro.
Agua pesada
La PIAP en Arroyito fue construida para proveer agua pesada para las centrales nucleares argentinas, las cuales utilizan uranio natural como combustible y agua pesada como moderador y refrigerante. La planta fue diseñada pensando en potenciales ampliaciones del parque nuclear argentino, por lo que cuenta con dos líneas de producción nominal de 100 toneladas anuales cada una. El gobierno nacional valúa la planta en más de 10.000 millones de dólares.
El diseño de esa capacidad en dos líneas condicionó la economía de la planta desde su inicio de operación en 1993, en la medida que no había demanda en el mundo para volúmenes tan altos. Sin embargo, esta situación comenzó a cambiar en los últimos años con la aparición de nuevas demandas industriales de agua pesada y la expectativa de construcción de nuevas centrales uranio natural y agua pesada en Canadá y otros países.
La canadiense Candu Energy fue hasta ahora la empresa más activamente interesada en rubricar acuerdos por la PIAP con CNEA. Las partes firmaron este año un memorando (MoU) según el cual Candu Energy asegurará el financiamiento para reactivar la planta. A cambio, la CNEA pagaría con la producción y entrega del agua pesada, según informó este medio en su momento. Sin embargo, hasta el momento no se dieron pasos concretos en esa dirección.