Petrolera Aconcagua Energy (PAESA), una de las pocas empresas independientes del mercado argentino de Oil&Gas, informó el viernes a la Comisión Nacional de Valores (CNV) que Tango Energy, una firma creada por Pablo Iuliano, ex CEO de YPF durante la gestión anterior, se quedará con el 90% de las acciones de la compañía con la intención de viabilizar la reestructuración de su deuda financiera.
El ingreso de Iuliano, que asumirá como CEO de Aconcagua en reemplazo de Diego Trabucco, se concretará con el respaldo de Vista Energy y AR Energy Resources, subsidiaria de Trafigura, los dos principales acreedores de PAESA. Tango Energy inyectará unos US$ 36 millones al capital social de la empresa, un gesto que pedían parte de los tenedores de la deuda como condición necesaria para avalar la reestructuración de una deuda cercana a los US$ 229 millones (con vencimientos por US$ 75 millones en 2025).
Lo que sigue esta semana es que el comité de negociación con los titulares de esos bonos —a grandes rasgos agrupados en tres grupos principales: fondos comunes de inversión, compañías de seguros e inversores minoritarios— termine de precisar las condiciones específicas de reestructuración. Recién una vez que esa instancia esté concluida se procederá al canje de los títulos actuales que cayeron en default en junio por los nuevos bonos.

El desembarco de Tango Energy como accionista mayoritario de Aconcagua se concretará sólo si los tenedores de deuda avalan el proceso de reestructuración. Trabucco y Javier Basso, los creadores de PAESA, se correrán del equipo de management de la empresa y continuarán como inversores minoristas con un 10% del equity.
Solución positiva
El ingreso de Iuliano como CEO es una solución positiva para Vista, que en 2023 le vendió a Aconcagua sus campos maduros en Neuquén y Río Negro, por lo que la petrolera creada por Miguel Galuccio podrá seguir enfocada en el desarrollo de yacimientos no convencionales, mientras que Tango Energy tendrá la responsabilidad de mantener en caja la explotación de áreas convencionales, un negocio que en los últimos 12 meses redujo significativamente su rentabilidad por el encarecimiento de los costos en dólares (producto de la apreciación cambiaria que forzó el gobierno con fines antinflacionarios) y del retroceso del precio internacional del petróleo, que cayó por debajo de los 70 dólares. Ese combo, exacerbado por la falta de financiamiento en el mercado doméstico —un fenómeno que complica cada vez más a empresas locales del sector energético—, torció el plan de negocios de Aconcagua, que en los próximos dos años apuntaba a lanzar un proyecto piloto en Vaca Muerta. En caso de confirmar su ingreso post-reestructuración en las próximas semanas, Tango Energy tendrá el desafío ordenar el flujo de fondos de la empresa y la rentabilidad de campos maduros y recién ahí retomar su proyecto de mediano plazo en el no convencional. A eso apuesta Iuliano.

PAESA opera en 13 concesiones de producción convencional en Neuquén, Río Negro y Mendoza. El 3 de julio, la empresa había informado a la CNV un acuerdo preliminar con Vista Energy y Trafigura, que decidieron suspender temporalmente sus reclamos patrimoniales mientras se desarrolla la refinanciación de la deuda.