La crisis de abastecimiento de gas de la semana pasada fue consecuencia de una menor oferta del fluido justo en el momento en el que la demanda creció fuerte por la ola polar. Fuentes de Enargas advirtieron que hubo problemas en los campos La Calera y Aguada Pichana Este porque las bajas temperaturas complicaron el funcionamiento de las plantas de tratamiento de ambas áreas. Esas fallas existieron, pero la falta de inyección de gas no se explica solo por inconvenientes puntuales, sino que existe un déficit estructural en el sistema que responde a la falta de incentivos para incrementar la producción y que podría provocar nuevos cortes del servicio cuando la demanda vuelva a dispararse.
Cammesa ya le había advertido a la Secretaría de Energía que el gas que se viene inyectando desde Neuquén no alcanza a cubrir la capacidad de transporte que va hacia los grandes centros de consumo, puntualmente a Buenos Aires. En una carta a la que accedió EconoJournal en exclusiva, el organismo subrayó el 5 de junio, cuando las temperaturas todavía no eran tan bajas, que solo se observaba una saturación en los sistemas de transporte cuando se interrumpía la exportación hacia Chile.
Si eso no ocurre, los gasoductos troncales no se llenan y es entonces cuando se evidencian problemas de presión como los que dejaron sin gas a miles de hogares en Mar del Plata. De hecho, el día que Cammesa envío esa carta el faltante de gas se ubicó en torno a las 7,5 MMm3/día, lo que la obligó a recurrir a otras alternativas más caras para sus plantas generadoras, como gasoil y fueloil.
“Como ha sido manifestado en las últimas dos reuniones de la Mesa de Gas en las que participa la Secretaría de Energía, Enarsa y Cammesa, difícilmente se ha alcanzado la saturación de los sistemas de transporte hacia tramos finales de TGS, excepto en situaciones con mantenimientos que ha interrumpido la exportación hacia Chile, por lo que dada la baja disponibilidad de gas natural de producción local, nos vemos imposibilitados de despachar unidades generadoras de menor costo en áreas que no se ven afectadas”, dice la carta firmada por Eduardo Hollidge, gerente general de Cammesa.
Es decir, pese a que se construyó el gasoducto Perito Moreno (ex Néstor Kirchner), y las plantas de compresión necesarias para poder cubrir los picos de consumo en invierno, la realidad es que no hay oferta de gas disponible cuando la demanda se dispara.

¿Por qué falta gas?
El titular de la consultora Economía y Energía, Nicolás Arceo, aportó en diálogo con Radio con Vos una lectura técnica para entender por qué en los picos de consumo no está habiendo gas suficiente para cubrir la capacidad de transporte. “En Vaca Muerta hay dos tipos de producción de gas: la que viene asociada a la producción de petróleo y la producción específica de gas. A medida que se fue desarrollando la producción de petróleo, el volumen de gas asociado es cada vez mayor. Eso determina que. por fuera del período invernal, en los meses de poca demanda, los pozos de la ventana de gas seco, que son los pozos puramente gasíferos, se empiezan a cerrar más meses al año porque no tienen demanda. Esto determina que la rentabilidad en la ventana de gas seco sea cada vez más baja porque tienen demanda durante menos cantidad de meses al año”, señaló Arceo. Lo que explica el economista constituye una novedad respecto de lo ocurrido en años anteriores cuando el problema siempre había sido la falta de capacidad de transporte.

¿Cómo se revierte esta situación? Arceo fue claro al respecto: “Esto no te lo va a solucionar el mercado. Lo que se va a necesitar es alguna extensión del Plan Gas o algún mecanismo similar que te permita contractualizar volúmenes adicionales para el abastecimiento del invierno”. Es decir, lo que remarca el titular de Economía & Energía es que el gobierno debería intervenir para garantizarle una remuneración adicional a los pozos gasíferos destinados solo al abastecimiento del pico de invierno para que sea rentable tenerlos abiertos tres o cuatro meses año, dependiendo de la temperatura. Eso podría traducirse en la convocatoria a una nueva ronda del Plan Gas que les garantice a los productores mayores precios, ya sea a través de subsidios o con una mayor tarifa.
La duda que queda por delante es si este gobierno va a tomar las medidas necesarias para traccionar la inversión o se va a sentar a esperar que sea el mercado el que garantice esa mayor oferta.