El gobierno publicó este miércoles en el Boletín Oficial el decreto 146 que modifica la forma en que se actualiza la carga impositiva sobre los combustibles. Se trata del Impuesto a los Combustibles Líquidos (ICL) y al Dióxido de Carbono (IDC), que grava la venta de naftas y gasoil en el país. En la práctica, el decreto lo que hace es reducir el ritmo de actualización impositiva. Hasta enero había subido 10 pesos por litro y a partir de este mes aumentó 5 pesos por litro.
En rigor, el decreto disminuye el impacto de los impuestos en el precio final de los combustibles. Con esta medida el gobierno pretende que el aumento en los surtidores sea menor todos los meses y poder quitarle presión a la inflación, un objetivo central en la política económica oficial.
El decreto está firmado por el presidente Javier Milei, el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, y el ministro de Economía, Luis Caputo. En los hechos, el Poder Ejecutivo difirió parcialmente la actualización impositiva correspondiente al primer trimestre de 2024 y aplazó en su totalidad la del segundo, tercer y cuarto trimestres del año pasado.

Impuestos
El IDCL y el IDC son tributos que se actualizan de manera trimestral en los meses de enero, abril, julio y octubre de cada año en base al Índice de Precios al Consumidor (IPC) del Indec, considerando las variaciones acumuladas de ese índice desde enero de 2018.
La recuperación del valor atrasado del ICL y el IDC es un tema que el gobierno libertario heredó de la gestión de Alberto Fernández, que postergó fuertemente la carga impositiva sobre los combustibles. Por este motivo, el gravamen todavía tiene un remanente que se debe actualizar. La forma de completarlo era mediante un incremento de 10 pesos por litro por mes. Pero el gobierno ahora prefirió reducir a la mitad el ritmo de actualización.
Con la implementación de esta política para evitar presionar más al precio en surtidor, el gobierno acepta perder recaudación fiscal. A partir de mayo, el Poder Ejecutivo publicó nueve decretos (375, 466, 554, 681, 770, 863, 973, 1059 y 1134) por los cuales incrementó de manera parcial los impuestos, postergando, de este modo, la actualización completa del gravamen.
Mediante el decreto 51 de fines de enero, el Poder Ejecutivo ya había diferido la actualización del ICL y el IDC que debía aplicarse en febrero, que significó una pérdida de la recaudación fiscal de US$ 181 millones solo correspondiente a ese mes.
Según el informe semanal de febrero de la consultora Economía y Energía, dirigida por Nicolás Arceo, siguiendo la normativa el impuesto el mes pasado debió representar 408 pesos por cada litro de nafta. Sin embargo, la carga del gravamen explicó 227 pesos. En cuanto al gasoil, el ICL y el IDC en febrero debieron explicar 264 pesos por litro, sin embargo la carga impositiva representó 165 pesos.