Las petroleras aumentaron durante el fin de semana el precio de los combustibles en todo el país: el incremento promedio a nivel nacional se ubicó cerca del 3,5 por ciento. Sin embargo, la suba en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires fue más onerosa. YPF, el líder del mercado con una participación cercana al 55%, aumentó la nafta súper e Infinia (grado 3, de mayor octanaje) un 6,8% en Capital Federal. El resto de las refinadoras —Raizen (Shell), Axion Energy y Puma (Trafigura)— aumentó sus pizarras en la misma dirección.
¿Por qué las petroleras acentuaron la remarcación en la ciudad de Buenos Aires? Para reducir o atenuar la brecha que existe entre los precios de Capital Federal y los del Gran Buenos Aires (GBA), que provocó que en los últimos meses se registrara una migración artificial de la demanda histórica de estaciones ubicadas en el Conurbano hacia el otro lado de la General Paz para aprovechar importes hasta un 5% más baratos.
«Algunas empresas venían observando un incremento del volumen de naftas despachado en estaciones ubicadas en CABA en áreas linderas al Conurbano bonaerense. Por eso, se busca corregir esa situación. A nivel nacional, la suba promedio de los combustibles, incluyendo al gasoil, se ubicó entre un 3 y un 3,5 por ciento», explicó a EconoJournal el directivo de una refinadora.
En el caso del gasoil, el incremento de los precios fue menor. En algunas localidades del interior de la provincia de Buenos Aires incluso YPF planchó o incluso bajó algunos centavos el precio del litro de gasoil.
Precios
En concreto, en las estaciones de servicio porteñas el litro de nafta súper de YPF pasó de 992 a 1.059 pesos, marcando una suba de 6,8%. En cambio, en el GBA el aumento fue en torno al 3,5%. El resto de las marcas, como Shell, que comercializa la compañía Raízen, Axion Energy y Puma, comercializada por Trafigura, corrigieron sus pizarras un 3,5% en las naftas y un 3% en el gasoil. De todos modos, fuentes del sector aclararon que el movimiento de los precios puede varias dependiendo la zona.
Como viene sucediendo este año, las subas de los combustibles son prácticamente mensuales. Los motivos del sector para mover los precios es para no quedar atrás de la inflación y por la devaluación mensual del 2% (crawling peg). También por la actualización del Impuesto a los Combustibles Líquidos (ICL) y al Dióxido de Carbono (IDC).