El gobierno expuso este jueves en audiencia pública los criterios que se tendrán en cuenta para aplicar la Canasta Básica Energética (CBE), herramienta que se utilizará para asignar los subsidios a las facturas de gas y electricidad. Sin embargo, fuentes al tanto del proceso indicaron a EconoJournal que algunos aspectos clave del nuevo esquema aún no están definidos. Por lo tanto, por el momento se seguirá utilizando un esquema similar al vigente, que agrupa a los usuarios en tres niveles de ingresos (N1, sin subsidio; N2, ingresos bajos; N3, ingresos medios)
Uno de los puntos clave que aún está pendiente consiste en cruzar los hogares que están inscriptos en el Registro de Acceso a los Subsidios a la Energía (RASE) con los deciles socioeconómicos que maneja el INDEC, ya que el gobierno busca subsidiar parte de la factura que perciben los usuarios en función del decil al que pertenece cada hogar. El nuevo esquema de deciles que va a ser definido por la Jefatura de Gabinete en conjunto con el Ministerio de Economía.
La subsecretaria de Planeamiento Energético, Mariela Beljansky, que presidió la instancia pública explicó que “el subsidio se determinará por la capacidad de pago que tengan los hogares y que el objetivo es sincerar y transparentar los costos para eliminar su opacidad en el financiamiento y reducir el déficit fiscal”. La meta del gobierno es que se evite el derroche de energía, se recomponga el sistema de electricidad y gas y se logre un consumo eficiente, según indicaron.
En esa misma línea, Energía precisó que el cálculo de ingresos actualizados por el grupo conviviente se tomará en base a la declaración de los solicitantes en el RASE puesto que este registro cuenta con una serie de tablas que contiene datos de los medidores, la cantidad total de los convivientes y los ingresos de los solicitantes. También se tomarán en cuenta una serie de indicadores que permitan, a partir de una serie de presunciones, determinar el nivel de ingresos de cada hogar.
Nuevos criterios
Se aplicarán nuevos criterios que apuntan a reducir el universo de usuarios subsidiados. Desde Energía plantearon, por ejemplo, que el ser titular de medicina prepaga no vinculada a empleo en relación de dependencia (total o por derivación), haber tenido más de una salida a países no limítrofes en los últimos cinco años y/o poseer consumos en tarjeta de crédito superiores a cinco salarios mínimos, lo que equivale a $900.000, son criterios que podrían tomarse en consideración para el rechazo o exclusión del beneficio.
Aun así, en diálogo con este medio las fuentes involucradas en el nuevo esquema de segmentación indicaron que se tendrá cuidado con el universo de personas de la tercera edad para evitar que haya jubilados que pierdan el subsidio por haber viajado al exterior o tener medicina prepaga, ya que podría haber casos donde ese viaje o la cobertura médica este siendo afrontada por algún familiar.
En cuanto a este punto, Beljansky, explicó que se tomarán determinadas presunciones en cuanto a los ingresos de los usuarios. “Tener medicina prepaga no importa como una causa de exclusión, sino que es un elemento de presunción para la determinación de ingresos”, señaló.
Nuevo esquema
Sergio Falzone, asesor de Energía, detalló que la asignación de subsidios se efectuará tomando al hogar como la unidad en la que reside una persona o un grupo de personas que comparten gastos y que se tomará en cuenta la suma de los ingresos del grupo conviviente, es por esto que el gobierno planea readecuar el esquema de subsidios a fin de contemplar los deciles económicos. Mediante la CBE se subsidiará un consumo indispensable para cada hogar dependiendo la cantidad de personas que lo habitan, mes del año y zona bioclimática. En declaraciones radiales, el secretario de Energía, Eduardo Rodríguez Chirillo, dejó entrever que los usuarios serán subsidiados siempre y cuando la CBE represente más del 10% de los ingresos totales del hogar, pero fuentes al tanto del proceso señalaron que esa alícuota podría ser más baja. El porcentaje definitivo aún no fue especificado.
En base a esto, Falzone advirtió que “una familia con bajos ingresos que no puede cubrir la canasta básica tampoco va a poder solventar la CBE, y eso va a ser tenido en cuenta, pero siempre evitando el derroche de Energía. No podemos subsidiar cualquier valor”.
Para la implementación del nuevo esquema no se va a requerir un nuevo empadronamiento para aquellos que ya han solicitado el subsidio a través del RASE. Los que estén inscriptos podrán actualizar sus datos en un nuevo formulario que publicará la Secretaría de Energía. En función de las variables y fuentes de información se establecerá el nuevo régimen y los beneficios alcanzados por subsidio total o parcial sobre la CBE, según precisaron.
Subsidios
En la audiencia, Marcos Sayoni, en representación del Enargas, presentó un ejemplo de los resultados de CBE consolidada para el caso de electricidad y gas natural para cada una de las zonas bioambientales, según grupos de convivientes y meses del año.
En ese sentido, para un hogar en donde vivan una o dos personas, que esté ubicado en una zona catalogada como “muy cálida”, se le subsidiarán 58 m3 de gas en mayo y 120 kWh de electricidad. Mientras que para un hogar en donde vivan más de 4 personas el subsidio será de 74 m3 de gas y 177 kWh de electricidad, en el mismo mes e igual zona bioclimática.
En cambio, para un hogar en donde residan 1 o 2 personas, pero que esté nucleado bajo la zona “muy fría”, se le otorgarán 350 m3 de gas y 120 kWh de electricidad. Y para un hogar en igual zona, pero con un grupo de convivientes de más de cuatro personas se le asignarán 379 m3 de gas y 177 kWh de electricidad. Es decir, en zonas de altas temperaturas se subsidiarán más kWh de electricidad y un porcentaje menor de m3 de gas, y en las áreas de menor temperatura se hará a la inversa.