El conflicto por la central hidroeléctrica Yacyretá se explica por un tema que no tiene que ver con lo energético y que se inscribe en las tensiones entre Argentina y Paraguay por el cobro de peaje a los barcos en la hidrovía del río Paraná. La interrupción del envío de energía de Yacyretá es una forma de presión a la Argentina por parte del gobierno paraguayo de Santiago Peña, quien asumió como presidente el 15 de agosto pasado. Según pudo averiguar EconoJournal, en estas horas emisarios del Palacio de Hacienda argentino están tratando de descomprimir la situación y se reunieron con empresas paraguayas como Petropar (Petróleos Paraguayos, la principal empresa de combustibles de ese país) y también con cementeras.
Hidrovía
El ministro de Economía y candidato Sergio Massa decidió este año que la Argentina empiece a cobrar un peaje a los buques de Paraguay y, en menor medida, Bolivia, que son usuarios frecuentes de la hidrovía. Estos países nunca pagaron una tarifa para el dragado y balizamiento, siendo que el río Paraná es una arteria fluvial clave para en el comercio de hierro, combustible y soja, entre otros productos.
Históricamente la Argentina tuvo una política muy laxa en el cobro del peaje y Paraguay y Bolivia estuvieron exentos del cobro de una tarifa para la operación y el mantenimiento de la hidrovía. Este año, la Argentina actualizó la tarifa y Prefectura comenzó a frenar algunos barcos que iban a Paraguay por no tener pago el peaje.
Massa, la secretaria de Energía, Flavia Royón, y el ministro de Transporte, Diego Giuliano, se reunieron en agosto con el presidente paraguayo en Asunción para evitar el conflicto por la hidrovía y Yacyretá, pero todavía continúa. El diario ABC, uno de los más importantes de Paraguay, publicó en tapa este viernes que la Argentina comenzó a liberar buques que transportan camiones con gas al país vecino que estaban retenido hace varios días.
Deudas
En medio del conflicto por la hidrovía, el gobierno de Santiago Peña reflotó también una deuda de la Argentina de US$ 150 millones por la importación de energía de Yacyretá. Massa salió al cruce de esa versión y señaló que Paraguay tiene una deuda anterior con la Argentina de US$ 4.000 millones que arrastra desde la construcción de la central hidroeléctrica.
El conflicto entre ambos países se da en medio del avance de los proyectos de modernización de las 20 unidades generadoras de la central hidroeléctrica y de la maquinización del Brazo Aña Cuá, una nueva central de 270 MW dentro del mismo complejo de Yacyretá que ampliará 10% la capacidad de generación. Los proyectos lo llevan adelante ambos países a través de la Entidad Binacional Yacyretá (EBY).
Las claves de Yacyretá
Yacyretá, que abastece el 50% de la energía de los hogares del país (sin contar las industrias) tiene una potencia instalada de 3.200 MW. Por contrato, Argentina y Paraguay se reparten el 50% de la energía hidroeléctrica generada. Pero Paraguay sólo utiliza alrededor de un 20% de lo que le corresponde por contrato. El 80% restante (de los 1.600 MW) se lo vende a la Argentina. Esta parte es la que Paraguay dejará de vender por el conflicto de la hidrovía.
La Argentina le paga a la EBY 16 dólares por megavatio por hora (US$/MWh). Es el costo que se reconoce que entra para la Argentina en el Mercado Eléctrico Mayorista (MEM). Paraguay paga 23 US$/MWh por la misma energía. Estos costos son para la operación y mantenimiento de la central para cada país. El acuerdo original indica que Paraguay paga más que la Argentina porque obtuvo otras ventajas en la construcción y, por ejemplo, en la cantidad de empleados en Yacyretá (Paraguay tiene el doble), según indicaron a EconoJournal fuentes del sector.
Esa energía que Paraguay no utiliza y le vende como prioridad a la Argentina por contrato se denomina “cesión de energía” (se contabiliza como importada). La compra no la hace Cammesa, sino que directamente se paga con fondos del Tesoro Nacional y tiene un valor adicional de 10 dólares.
En concreto, en Yacyretá la Argentina paga 16 US$/MWh que asume Cammesa por el 50% de lo que genera la hidroeléctrica y se suman 10 US$/MWh adicionales por la energía que le corresponde a Paraguay pero que no utiliza y que históricamente se la vendió a la Argentina. Es decir, la Argentina paga por su 50% de Yacyretá (1.600 MW) a 16 US$/MWh y destina 26 US$/MWh por la electricidad que le compra a Paraguay.
Sustitución de energía
Argentina sustituirá la energía que Paraguay no le venda de Yacyretá con la producción de gas natural. “La tenemos que reemplazar con combustible marginal, como se hace siempre. En septiembre el gas está todavía relativamente caro, pero a partir de octubre el gas de producción local es más barato (de mayo a septiembre tiene un valor de 4,5 US$/MMBTU y de octubre a abril alrededor de 2,8 US$/MMBTU)”, indicó a este medio una fuente con conocimiento del sistema eléctrico.
La suspensión de la compra de energía de Yacyretá podría significar una mejora para la balanza de pagos de la Argentina porque se evita el pago de 10 dólares adicionales. “Son menos divisas que salen del país”, explicó la misma fuente, que -además- calculó que significaría un ahorro de US$ 10 millones mensuales para el Tesoro.
“En términos de costos, ahora estamos cerrando con costos marginales de ciclos combinados (con buena eficiencia) con gas local, que son 32 US$/MWh. El costo para el MEM que pagamos por la energía de Yacyretá es más barata que la energía de un ciclo combinado. No hay ciclos combinados con costos de 16 US$ por MW/h”, destacó.