ExxonMobil, la mayor petrolera privada del planeta, contrató a Jefferies Financial Group, uno de los principales bancos de inversión de EE.UU., para testear al mercado en busca de un comprador para sus activos onshore en la Argentina, según confirmaron a EconoJournal tres fuentes privadas sin contacto entre sí que participan del proceso. En esa lista figura la concesión no convencional de siete áreas de Vaca Muerta, la participación accionaria en Oldelval, la empresa encargada de la evacuación de crudo desde Neuquén a Puerto Rosales (al sur de la provincia de Buenos Aires), y la capacidad contratada en esa red de transporte.
Se espera que las empresas invitadas a explorar el Data Room con los detalles técnicos de los activos presenten una oferta no vinculante (non-binding offer) en 30 días, es decir, a fin de este mes. Será sólo una primera propuesta para sondear el apetito real de los privados, aunque la mayoría de las fuentes consultadas señaló que el proceso podría demorarse varios meses y advirtieron que podría estancarse en cualquier momento si ExxonMobil considera que los números en juego son muy inferiores a los anotados en las libros contables de la petrolera.
Exploratoria
En esta etapa, Jefferies tiene mandato para recibir ofertas económicos sólo por el total del paquete de activos de Exxon. Es decir, no tiene autorización para recibir ofertas por algún área en particular. Cuenta, en ese sentido, con el respaldo de Qatar Gas, socio minoritario de ExxonMobil con un 30% de participación en los bloques neuquinos, que está dispuesta también a encadenar conjuntamente la venta de su parte del negocio.
Del relevamiento entre varios directivos privados, EconoJournal pudo confirmar que la mayoría de las empresas con presencia en Vaca Muerta fueron invitada a evaluar los activos. En esa nómina figuran compañías con accionistas locales como Tecpetrol, brazo petrolero del grupo Techint, Pampa Energía, Vista, Pluspetrol e YPF, entre otras. También CGC, la empresa de energía de Corporación América, que pese a no tener presencia en Neuquén (es el principal player de Santa Cruz), hace tiempo que analiza oportunidades para ingresar a Vaca Muerta. En la lista aparecen también compañías internacionales que ya estén presente en la Argentina, como Chevron, Shell y Petronas. Por el momento, no participa ninguna empresa multinacional que no tengan negocios preexistentes en el país.
Una de las fuentes consultadas señaló que la petrolera norteamericana pretende encaminar hacia fin de año el proceso de venta en caso de que surja una propuesta potable. Consultados por este medio, fuentes de ExxonMobil indicaron que “la empresa no se está yendo de la Argentina”. “La iniciativa apunta a testear el interés por los activos onshore, es decir, no incluye ni la participación en los campos offshore (Exxon fue la única concesionaria de un permiso de exploración en el Mar Argentino que hasta ahora logró correr una sísmica 3D por un área en aguas profundas que está en proceso de interpretación) ni tampoco el centro de servicios que cuenta con más de 3000 empleados en el centro porteño”, afirmaron. El centro se creó en 2004 y que brinda asesoramiento interno para sus negocios en otros 42 países (en especial en Estados Unidos y Canadá), en impuestos, recursos humanos, seguridad informática y compras a proveedores.
¿Un deal posible?
Uno de los grandes obstáculos que atentan contra un potencial traspaso de los activos es el timing del proceso. ExxonMobil es una de las operadoras con más cantidad de acreaje en Vaca Muerta. Desde ese punto de vista, su eventual salida podría convertirse en una de las pocas entradas que quedan para ingresar (o ampliar participación) en el play no convencional de la cuenca Neuquina, dado que la mayoría de los bloques en Vaca Muerta ya se encuentran adjudicaos.
El problema que advirtieron las fuentes consultadas es que, a priori, parece difícil que las propuestas económicas de los interesados coincidan con los montos que pretende ExxonMobil según la valuación que figuran en los libros de la compañía. Más cuando para salir del país, la petrolera norteamericana aspira a recibir, como es lógico, un pago en dólares en una cuenta en el exterior. Un directivo de una petrolera local lo puso en estos términos: “Realizar un deployment (desarrollo) de más de entre 500 y 1000 millones de dólares, como muy probablemente requeriría una operación como esta, es muy complicado en esta coyuntura, justo en medio de un calendario electoral y todavía con una reorganización incierta de la macroeconomía”.
La clave es conocer cuánto dinero quiere cobrar ExxonMobil por los bloques en Vaca Muerta. Su participación accionaria en Oldelval no parece tener tanto valor en sí misma, dado que la empresa contrató sólo una pequeña capacidad de transporte en el open season realizado a fines de 2022.
Puerta de entrada
Según publicó el diario Río Negro, que adelantó el interés de ExxonMobil de reducir su presencia en la Argentina, la petrolera cuenta con 7 áreas (opera cinco de ellas) que suman en total 1.284 kilómetros cuadrados. Bajo del Choique – La Invernada, ubicado en la ventana de petróleo, es uno de los campos más atractivos. Allí ExxonMobil tiene en carpeta la conexión de un oleoducto para conectar el yacimiento a la red de Oldelval. En la ventana de gas, la empresa posee un 54,5% de Sierra Chata, un campo operado por Pampa Energía con excelentes resultados de producción. También posee participaciones en Los Toldos 2 Oeste, Los Toldos 1 Sur con Tecpetrol y GyP como socios; Pampa de las Yeguas 1, en donde el 50% del activo es de YPF; y Parva Negra Este y Loma del Molle.
En 2020, la empresa anunció que los bloques en Vaca Muerta no integraban su portafolio de activos estratégicos a nivel global, como Permiam y Guyana, donde ExxonMobil apunta a producir más de 1 millón de barriles por día de crudo. La empresa estadounidense acaba de pagar cerca de US$ 5000 millones por una compañía de storage (almacenamiento) de energía y algunos medios periodísticos sostienen que aspira a quedarse con Pioneer, uno de los petroleras más exitosas en el desarrollo no convencional, en una megatransacción que, de concretarse, podría superar los US$ 40.000 millones.
“En un país con una economía ordenada, Exxon podría pedir el equivalente a un desarrollo masivo en Vaca Muerta, o sea, más de US$ 2000 millones. Pero en la Argentina, con el altísimo nivel de incertidumbre, parece imposible que alguien esté dispuesto a pagar siquiera la mitad de eso, al menos en los próximos meses. Tal vez alguna empresa internacional que quiera ampliar su exposición en Vaca Muerta”, analizó un alto directivo de otra petrolera, aunque otra fuente indicó que Exxon podría aceptar un write off (revaluación a la baja) incluso mayor si la operación se realiza rápidamente y garantiza una salida limpia de la Argentina. En cualquier caso, en algunas semanas, cuando se presenten las ofertas no vinculantes, el panorama empezará a quedar más claro.