Europa esta registrando los precios del gas natural y de la electricidad más bajos desde el estallido de la crisis energética en 2021.
En el Dutch TTF, el punto de comercio virtual de gas de referencia para Europa, los futuros del gas para el mes próximo abrieron este lunes a € 25/MWh, lo que equivale a US$ 7 por MMBTU. Es el precio más bajo desde septiembre de 2021 y apenas una fracción del precio histórico promedio para una jornada de US$ 85 por MMBTU registrado en agosto pasado.
Una situación similar se desenvuelve en los mercados eléctricos europeos. Los precios spot de la electricidad cayeron a cero o a valores negativos inclusive en varios países. Las subastas de energía del sábado en el mercado diario arrojaron precios negativos o cercanos a cero durante la mayoría de las horas diurnas. Países Bajos registró algunos de los precios más negativos durante el fin de semana, con precios de menos 200 euros por MWh el sábado y de menos € 26 por MWh el domingo.
Stocks y destrucción de la demanda
La tendencia de moderación de los precios que comenzó a finales de 2022 se profundizó este año. Las dos grandes variables detrás de la fuerte caída de los precios de la energía son los buenos niveles de gas en almacenamiento y la destrucción de demanda del fluido.
A diferencia de otros años, Europa y Estados Unidos tuvieron un invierno benigno que ayudó a moderarla salida de gas de los almacenes europeos. El 67% de la capacidad de almacenamiento de gas esta cubierta hoy en Europa, en comparación con un promedio en los últimos cinco años de alrededor del 50% para este momento del año, según datos de Gas Infrastructure Europe/AGSI+.
Para las autoridades europeas las políticas implementadas para recortar la demanda de gas están arrojando resultados. Entre estas figura el recorte del consumo de gas en un 15% pactado por los países miembros de la Unión Europea.
Las medidas de ahorro reducirán el consumo de gas en 2023 en 60 bcm en comparación con el consumo promedio del bloque en los últimos cinco años, de acuerdo con un reporte interno al que accedió el diario británico Financial Times. El ahorro representa “más de los volúmenes de gas que aún prevemos importar de Rusia en 2023, tanto por tubería como gas natural licuado”, dice el documento.
Por otro lado, la demanda de gas en las industrias europeas permanece sin cambios pese a la baja de los precios. Varios segmentos industriales energético intensivos han recortado la producción o cerrado fábricas de forma permanente, como es el caso de la producción de fertilizantes nitrogenados.
Las perspectivas económicas también inciden en la demanda de energía. Las subas de tasas del Banco Central Europeo están comenzando a tener efectos recesivos. Es el caso de la economía alemana, que entró en recesión. La actividad económica en Alemania cayó un 0,3% en los tres primeros meses del año, luego de una contracción del 0,5% a fines de 2022, informó la Oficina Federal de Estadística. Una recesión se define como dos trimestres consecutivos de disminución de la producción.
Volatilidad
Si bien los factores coyunturales han colaborado en la disminución de los precios del gas, la volatilidad permanecerá hasta que el mercado del LNG se estabilice por el lado de la oferta. La Agencia Internacional de la Energía (IEA) informó en marzo que Europa enfrenta un potencial faltante de 40 bcm de gas para este año.
«La perspectiva mejorada para los mercados de gas en 2023 no es una garantía contra la volatilidad futura (…) el suministro global de gas seguirá siendo ajustado en 2023, y el equilibrio global está sujeto a una gama inusualmente amplia de incertidumbres», señaló la agencia también en su último reporte de mercados de gas.
Las autoridades europeas comparten la mirada de la agencia. «No debemos hacernos ilusiones de que las cosas se están poniendo fáciles. Este año seguirá siendo un desafío y el año siguiente también. Quedan muchas incertidumbres. A pesar de la buena situación general de energía, debemos permanecer atentos y trabajar duro para prepararnos para el próximo invierno», dijo la comisaria de Energía de la Comisión Europea, Kadri Simson.
La Unión Europea importó algo más de 130 bcm de LNG en 2022, un 60% más que los 80 bcm importados en 2021, según IEA.