Como plato fuerte de las Jornadas integrales de reservorios no convencionales realizadas en la AOG Patagonia 2022 se desarrolló el panel “Vaca Muerta, resultados de la curva de aprendizaje desde inicios del proyecto”. Allí, se presentaron las estadísticas del sector desde el inicio de la explotación de la formación de roca generadora de hidrocarburos de la cuenca Neuquina, hace ya doce años. Quedó claro lo que la industria petrolera ha avanzando en Vaca Muerta en cuanto al nivel de actividad y desarrollo, así como también en las técnicas de completación de pozos horizontales y en la reducción de los tiempos y costos.
El panel estuvo a cargo de Alfredo García, ingeniero electrónico con posgrado en especialización en Ingeniería de Reservorios de la UBA, que se desempeña como gerente Técnico y en evaluación integral de yacimientos para América Latina de la empresa GiGa Consulting. “El primer paso en la curva de aprendizaje se dio desde 2015 con los pozos verticales”, señaló.
En términos de actividad, explicó que Vaca Muerta se separa en cuatro sectores: “tenemos la zona de gas seco, la de petróleo negro y una zona intermedia entre petróleo volátil y gas húmedo”. “YPF fue la compañía que mayor actividad tuvo, perforó cerca de 1.000 pozos y fue responsable del 50% de la actividad de Vaca Muerta. El resto de los operadores, en menor medida, están en 100 pozos. En total hay 1.600 pozos en la cuenca, de los cuales 1.100 son horizontales y cerca de un 60% estuvieron enfocados principalmente en la zona del black oil. En menor medida en los pozos de gas y en la ventana de gas húmedo y volátil en menor proporción”, describió García.
En cuanto a los desarrollos, el gerente de GiGa Consulting explicó que en toda el área de Vaca Muerta (30.000 km2) se puede observar que el mayor nivel está en la zona central. “Los desarrollos masivos estuvieron enfocados principalmente en todo lo que es centro de cuenca, como el área Loma Campana, donde se perforaron 260 pozos. Se estima que el nivel de desarrollo está en un 40%. El Orejano también tiene un nivel de desarrollo grande. Luego vienen Fortín de Piedra y La Amarga Chica, que se han desarrollado en un 20%. El resto de las áreas están entre un 2% y 8% de nivel de desarrollo”.
Inicios
Cuando comenzaron, las ramas horizontales de los pozos tenían entre 500 y 1.000 metros. “Pero Vaca Muerta fue evolucionando y hoy el promedio de ramas horizontales se encuentra en los 2.600 metros. De todos modos, los nuevos pozos están teniendo objetivos de más de 3.000 metros. La rama más larga perforada fue de YPF en Loma Campana, que alcanzó los 4.100 metros”, destacó.
Respecto de la completación de los pozos, García indicó que “se fue reduciendo el distanciamiento entre fracturas, desde 2019 el promedio de distancia está en 65 y 70 metros”. También se fueron retrayendo significativamente los costos: “En 2017 se pensaba en pozos de 2.600 metros con 40 etapas de fractura con un costo de US$ 14 millones y hoy se ubica debajo de US$ 10 millones”. El ingeniero agregó que “en tiempos también hubo una reducción importante, ya que se están perforando pozos de esta longitud en menos de 20 días y se están completando en 4 o 5 días”.
Comparativa
En comparación con otros plays como Eagle Ford o Permian (de Estados Unidos), “vemos que Vaca Muerta tiene mejor productividad, posiblemente por mejor riqueza y el contenido orgánico. En productividad de gas, Vaca Muerta está por encima de Eagle Ford o Marcellus”.
En el potencial global de Vaca Muerta, “creemos que el volumen recuperable está en orden de los 37 billones de barriles y el porcentaje desarrollado hasta el momento es de 1,4%”, señaló. Además, explicó que hay 30 equipos trabajando en Vaca Muerta, 20 en la zona de petróleo, donde podría haber un pico de producción de 750.000 barriles, y habría un recurso total con este nivel de producción por 136 años. Pero con un plateau de 1.000.000 de barriles, habría un recurso total para 110 años. Y si se triplicara la producción de Vaca Muerta (1.500.000 barriles), hay 76 años de horizonte de producción.
En el caso del gas, continuó, con un plateau de producción para el autoabastecimiento de 140 MMm3/d, el horizonte es de 210 años, pero con un incremento de producción de un plateau de 200 MMm3/d, sería de 146 años y con un plateau de 300 MMm3/d (casi duplicar la producción actual), habría 100 años de producción.