Las usinas termoeléctricas a carbón en Chile parecen tener sus días contados. El presidente Gabriel Boric plantea acelerar la hoja de ruta de salida del carbón, delineada durante la presidencia de Sebastián Piñera. El ministro de Energía, Claudio Huepe, cree posible adelantar el cierre para el 2030 en lugar de 2040. En cualquier caso, el abandono del carbón es una meta que la política chilena pone en primer plano para cumplir con los compromisos climáticos. En ese contexto, el gas natural es el combustible que aparece como opción para acompañar el crecimiento y la variabilidad de las energías renovables.
El carbón continúa siendo una pieza central en la generación chilena de energía, con una participación del 34,5% en la generación total en 2021. Pero la potencia instalada a carbón viene en caída, con algo más de 4000 MW actualmente en operación. El Plan de Retiro del Carbón del anterior gobierno estableció como objetivo el cierre de 18 usinas para el 2025, sobre un total de 28 existentes. Se planteó su eliminación total para el 2040.
Pero el nuevo gobierno plantea adelantar esa fecha para el 2030. Huepe presentó la semana pasada el plan de energía del gobierno ante la Comisión de Minería y Energía de la Cámara de Diputados. Calificó de “necesario, pero no suficiente” el acuerdo voluntario para el cierre de las centrales a carbón para el 2040. En ese sentido, manifestó que el gobierno no tiene una fecha definida para el cierre definitivo pero es posible acelerarlo. “Dudamos de que sea mucho más allá del 2030”, indicó.
¿Qué rol se espera que pueda jugar el gas natural en ese escenario?
Estudio sobre generación a gas
La Asociación de Empresas de Gas Natural (AGN) en Chile publicó el año pasado un estudio realizado por energiE sobre el gas natural como insumo clave para el retiro del carbón en la matriz eléctrica. El estudio no pronostica un incremento significativo en la generación a gas, aunque la adopción creciente de las energías renovables plantea desafíos técnicos y normativos que incidirán en esa proyección.
El gas explicó el 18% de la generación en 2021. El país trasandino cuenta con una capacidad instalada total de 28 GW, de los cuales 5000 MW son a gas natural. Esta generación se divide en 3800 MW en Ciclos Combinados y 1200 en Ciclos Abiertos. Según el estudio, la generación de electricidad a gas promedió 11,9 TWh por año en la última década (con un pico de 14,1 TWh en 2019). Ese promedio de generación equivale a 2500 MMm3 al año o 6,8 MMm3 por día.
Del estudio se desprende que no se espera un aumento significativo en la demanda de gas para generación eléctrica. En ninguno de los escenarios de transición energética se observa un aumento relevante en la generación a gas con respecto al promedio anual de la última década. Por ejemplo, en el escenario de Transición Acelerada, “el más optimista” y que asume la eliminación del carbón para 2030, se habla de un piso de 13 TWh entre 2027 y 2029 (en condición de sequía y baja de la producción hidroeléctrica). Eso esta levemente por encima del promedio de 11,9 TWh anuales. El escenario optimista supone que la línea HVDC Kimal – Lo Aguirre estará operativa en 2029.
No obstante, también deja entrever que la demanda futura de generación a gas estará influenciada por los desafíos técnicos y normativos de garantizar la confiabilidad en una red con alta penetración de fuentes renovables variables. “El sistema verá reducida su inercia y perderá robustez, para lo cual incluso podría ser necesario adoptar medidas tales como forzar la operación de generación a gas natural, aplicar reducciones a la producción ERV, entre otros”, dice el estudio.
En ese sentido, existen 2330 MW en proyectos de generación a gas que ya tienen la licencia ambiental aprobada y que equivalen a una inversión de 2900 millones de dólares. “No obstante, a la fecha no se observan indicios de impulsar estos proyectos de generación desde la industria eléctrica”, marca el estudio.
En términos de infraestructura, las terminales de regasificación existentes y los gasoductos con Argentina constituyen “una infraestructura de GN suficiente y de alta confiabilidad” para respaldar la generación a gas. Incluso existen dos proyectos con la licencia ambiental aprobada que permitirían ampliar la regasificación en 13,5 MMm3/d. Sin embargo, “al igual que para el caso de los proyectos de generación en carpeta, desde la industria gasífera no se observan indicios de impulsar estos proyectos de suministro”.
Interés por el gas argentino
Más allá de las proyecciones sobre el parque generador a gas, en Chile vuelve a interesar a nivel político y empresarial la posibilidad de importar más gas desde Argentina. El secretario de Energía, Darío Martínez, confirmó la intención de consolidar la política de exportaciones en firme a Chile durante la visita de Boric en Buenos Aires.
La industria chilena también manifestó su entusiasmo por el gas argentino. El presidente de la AGN, Carlos Cortés, dijo el lunes que las empresas de gas en Chile esperan que los países puedan cerrar un acuerdo de abastecimiento para todo el año. “Hay buenas noticias respecto de los avances del Plan Gas.Ar. La declaración conjunta emitida por las autoridades de ambos países va en la dirección correcta”, manifestó Cortes. “Si bien el precio es fundamental, la garantía de contar con gas natural todo el año es clave para el funcionamiento y desarrollo del país, ya sea argentino o GNL”, agregó.
Los presidentes de Argentina y Chile destacaron la importancia de avanzar en una mayor integración económica y comercial entre ambos países. “La integración puede ser a través de exportar gas natural o energía eléctrica y Argentina tiene que aprovechar esa oportunidad. Pero para hacerlo tiene que resolver la seguridad de abastecimiento del mercado interno. Ninguna integración regional y esquema de exportación es sustentable si no esta resuelta la seguridad de abastecimiento”, analizó Marcos Porteau, ex Subsecretario de Recursos Hidrocarburíferos, consultado por EconoJournal.
3 Responses
Otro que tira y pega… en la campaña prometió el cierre para el 2.026. La realidad se lleva puestos a los políticos.
La ideología esta en contra de la realidad. La agenda progre de eliminar el carbon progresa en los paises pobres mientras Estados Unidos, China, India, Japón están construyendo tres o cuatro mil centrales de carbon, con lo cual consiguen energía barata y son competitivos. Sigamos en la gilada
Argentina y Chile debieron quedar unidas como un solo país después del triunfo de la Cruzada Libertadora porque geograficamente juntas lo tienen todo para ser potencia mundial.