Funcionarios del área energética del gobierno empezaron a explorar con sus pares chileno la alternativa de concretar un intercambio contraestacional de gas que permita que la Argentina exporte gas local hacia el otro lado de la Cordillera en los meses de calor (entre diciembre y abril) y Chile reinyecte ese gas durante los meses de frío desde la terminal de Gas Natural Licuado (LNG, por sus siglas en inglés) que está ubicada en Mejillones, según aseguraron a este medio fuentes públicas y privadas al tanto del proyecto.
La iniciativa contempla un paso previo que incomoda a algunas petroleras. Para facilitar la ampliación del mercado de exportación hacia Chile, lo que requiere de una gestión comercial con industrias, generadoras y otros grandes usuarios de gas en ese país, el plan oficial prevé que la estatal IEASA (ex Enarsa) se convierta en un agregador que concentre las exportaciones incrementales de gas hacia el mercado chileno.
El esquema de Plan Gas.Ar autorizó a los grandes productores —YPF, PAE, Tecpetrol, Total, Wintershall Dea, Pampa, Pluspetrol y CGC, entre otros— a vender gas argentino en Chile con transporte en firme (hasta 6 millones de m3/día) durante los meses de verano. Por eso, desde octubre la Secretaría de Energía empezó a otorgar permisos de exportación a requerimiento de los privados.
La propuesta que impulsa ahora la cartera que dirige Darío Martínez es que IEASA tome el lugar de los privados y desarrolle nuevos mercados (clientes) del lado chileno. En los hechos, eso implicaría que IEASA consiga gas en el mercado argentino y lo redireccione hacia el otro lado de la Cordillera. Pasaría a funcionar como un intermediaron o un agregador del gas que producen las petroleras locales a fin de revenderlo en el mercado chileno.
¿Cómo cierra el rulo?
En el esquema que pretenden los técnicos de la Secretaría de Energía, los tomadores del país vecino —con la garantía del gobierno de Sebastián Piñera— se comprometerían a devolver el gas adquirido en el verano mediante la reinyección de LNG hacia la Argentina durante los meses de frío, cuando la demanda argentina se disparo por el crecimiento del consumo residencial. Por eso, en la práctica, se trataría de un intercambio contraestacional, pero que incluiría a empresas privadas tanto productoras (del lado argentino) como consumidores (industrias y otros grandes usuarios del lado chileno).
Si bien allegados a la Secretaría de Energía admitieron que las gestiones para avanzar aún son incipientes, la iniciativa recibió algunas críticas desde algunas empresas petroleras, que cuestionan la intervención del Estado argentino sobre el mercado de exportación de gas hacia Chile. Un directivo incluso fue más allá y lo analizó en duros términos : “En algún punto, uno podría pensar que es una medida que está en línea con la nacionalización del comercio exterior de gas”.
Relativización
Desde otra empresa le bajaron el tono. “Es entendible que se explore esta alternativa. Para el gobierno es favorable. Exporta gas local durante el invierno y se lo devuelven en invierno, cuando el costo marginal del fluido, que se mide contra LNG importado, es mucho más alto. En los hechos, implica un ahorro para las cuentas del Estado”, aclaró.
Las fuentes consultadas señalaron que, de concretarse, el esquema de exportación a través de IEASA tendría un impacto relativamente módico. En el mejor de los casos —agregaron— la empresa estatal podría exportar a partir de diciembre o enero unos 2 MMm3/día de gas hacia Chile; es decir, una tercera parte del cupo autorizado para los privados durante este verano.
En el fondo, la diferencia en el criterio de análisis reside en quién captura la renta del mercado de exportación de gas. En el modelo de convertir a IEASA en un agregador, el Estado compraría gas a las petroleras locales a un precio similar al del Plan Gas (US$ 3,55 por MMBTU) y lo recuperaría a un precio del LNG de invierno, que muy probablemente se ubique por encima de los 15 dólares. «Estamos buscando la manera de contener la extensión de los subsidios durante el año que viene», reconocieron en un despacho gubernamental.
4 Responses
La idea, que no es nueva, es muy buena. El gas invernal de chile entraria por TGN, cada vez mas vacio por la caida de las entregas Bolivianas. El unico riesgo es que si los precios de LNG se disparan por algun cisne negro en el verano boreal e invierno en el sur, Chile puede verse tentado a no entregar y pagar el «delivery or pay», si éste es pactado a un precio de referencia que no compense el daño que genere la falta de ese gas en nuestro invierno. La penalidad por un eventual incumplimiento de entregas debe ser valuada, como minimo, al valor CIF spot del LNG + costo de regasificacion en el momento de incumplir las entregas. Y si el incumplimiento es sin aviso, alguna penalidad adicional…
Excelente análisis.
Me parece muy bien ,aporta soluciones en ambos países y así debería ser con todo
Argentina en algun momento ya incumplío los acuerdos de enviar(nos( gas a chile dejando a la industria semiparalizada, de ahi que los gobiernos dijeron «nunca mas» confiar en argentina para algun producto estrategico, y por ese entonces argentina recibió cero sanción por no cumplir sus compromisos de gas y ahora proponen «clausulas» por si chile no cumple?! vaya patudez!