La Secretaria de Energía que conduce Darío Martínez publicó hoy en el Boletín Oficial la resolución 440, que modificó la Resolución N°31/2020 y estableció un incremento del 29% para los ingresos de generadoras de energía eléctrica que se mantuvieron congelados durante más de un año. Era un pendiente que desde hace meses se discutía internamente en el área energética del gobierno. La suba de la remuneración que reciben a los propietarios de centrales térmicas e hidroeléctricas ‘viejas’ —que no tienen contrato con Cammesa— beneficia a empresas como Pampa Energía, Central Puerto, AES, Enel y Orazul Energy, entre otras.
El artículo 5° de la actualización incita a la administradora del mercado eléctrico, Cammesa, a realizar la reliquidación de las transacciones económicas por la venta de energía por cada Agente Generador con los nuevos valores de la remuneración. La medida entrará en vigencia de manera retroactiva y se aplicará a partir de las transacciones económicas correspondientes a febrero de 2021.
La actualización de la resolución 31 integrada el tope de agenda de las empresas generadoras, que desde hace meses advierten que por efecto de la inflación y de la depreciación del tipo de cambio registrado en los últimos 12 meses, no tenían caja suficiente para costear la reposición del stock de repuestos ni tampoco para realizar mantenimientos programados en las plantas. Esa situación estaba empezando a comprometer la seguridad del abastecimiento eléctrico. Para centrales como Costanera, operada por Enel, y Central Puerto, de la empresa homónima, las dos principales usinas que garantizan el abastecimiento del AMBA en momentos de mucho consumo, la actualización de la resolución 31 era vital.
Dado que no habrá una nueva actualización, fuentes de una empresa generadora manifestaron que “el ajuste del 29% es bajo y el 2021 finalizará con un valor en torno al 50% o 60% por debajo de la inflación”.
Pesificación y congelamiento
En febrero de 2020, a través de la resolución 31/2020, el Ministerio de Desarrollo Productivo pesificó las tarifas a un segmento de la generación eléctrica para ahorrar aproximadamente US$ 300 millones anuales.
En ese momento, el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas y el ex secretario de Energía, Sergio Lanziani, firmaron la regulación y pesificación de la generación vieja de energía eléctrica producida en centrales térmicas e hidroeléctricas que no mantuvieran contrato en dólares con la empresa administradora. La resolución remuneró un 57,4% de la energía que se generó en 2020 mientras que el 42,3% restante se pagó mediante la firma de contratos PPA con Cammesa.
Sin embargo, en marzo de 2020, cuando el gobierno decretó la primera etapa del aislamiento obligatorio por la pandemia de Covid-19, Lanziani suspendió la actualización automática de las remuneraciones que contemplaba una fórmula de ajuste por inflación. Es decir que los ingresos percibidos por las generadoras por la operación de centrales amortizadas están congelados hace más de un año. Ahora, la actualización del 29% tendrá un impacto de entre un 1% y un 2% para los usuarios finales o su proporcional en subsidios del Estado.