La energía eólica, la solar fotovoltaica y otras fuentes renovables superaron a los combustibles fósiles en la producción de energía alemana el año pasado, según datos preliminares de la Agencia Federal de Redes (BNetzA) y el grupo de expertos Agora Energiewende. Por primera vez el conjunto de las renovables supera el 50% del mix eléctrico alemán, y solo con eólica y solar se ha generado más que con los combustibles fósiles.
Junto con un consumo de energía récord debido a la pandemia de coronavirus, un mayor CO₂ y precios más bajos de la gasolina, además de un invierno suave, esto llevó a una disminución significativa de las emisiones de gases de efecto invernadero en 2020. Alemania ha reducido las emisiones totales en aproximadamente un 42 % con respecto a los niveles de 1990 , superando su objetivo original para 2020. Sin embargo, el grupo de expertos Agora Energiewende dice que esto no habría sucedido sin la pandemia y que espera que las emisiones aumenten en 2021.
La producción de energía renovable en Alemania aumentó en 2020 y superó por primera vez a la generación a partir de carbón, gas natural y petróleo, según muestran los datos del grupo de expertos Agora Energiewende. La recesión económica provocada por la pandemia de coronavirus redujo el consumo general de carbón, petróleo y gas, y fue el principal impulsor de una caída del 10% en las emisiones de gases de efecto invernadero el año pasado.
Según los datos, la energía eólica por sí sola produce más electricidad que las plantas de lignito y hulla del país. En general, las energías renovables produjeron el 45 por ciento de la electricidad de Alemania, ya que la disminución del consumo impulsada por la pandemia y la energía de gas más barata «anunciaron el fin del carbón», afirmó el grupo de expertos.
La caída de la producción de energía convencional se produce en gran medida a expensas de la generación de energía a base de carbón. Según Agora, no fue competitivo en muchos puntos durante el año debido a una combinación de precios más bajos de asignación de CO2, menor demanda de electricidad, menores exportaciones de electricidad y las ventajas de costos de las centrales eléctricas de gas. La presión sobre la hulla y el lignito parece que se mantendrá. El grupo de expertos espera que los precios de las emisiones sigan aumentando en 2021 después de que los líderes de la UE decidieran elevar el objetivo climático del bloque para 2030 al menos al 55 por ciento.