La ola polar que afecta a la Patagonia y que incluye temperaturas de hasta 37º bajo cero y un temporal de nieve y viento, provocó la caída de 37 torres de la doble línea alta tensión que transporta energía desde la represa hidroeléctrica Futaleufú hasta el Sistema Interconectado Nacional y que es desde donde se abastece la planta de aluminio de Aluar, en Puerto Madryn.
El colapso de estas torres generó la salida del sistema de 400 megawatt (MW), que se sumaron a otros 600 MW que dejó de aportar desde el domingo pasado complejo atómico Atucha a causa de un desperfecto en el sistema de bombas de agua.
Por estas contingencias, el Gobierno se vio obligado a salir de emergencia a contratar energía de Brasil para reforzar la oferta actual.
El problema de fondo es que por el aumento del consumo residencial, no hay más gas natural disponible para el mercado de generación y las refinerías locales tampoco tienen más gasoil para ofrecer.
Para hacer frente a esa situación climatológica, el gobierno encaró de urgencia tres opciones concretas para garantizar el suministro de energía para los próximos 10 días. Se espera que la primera semana de agosto las temperaturas mejoren. En ese plazo, el Ejecutivo no quiere tener que aplicar a restricciones a grandes usuarios de electricidad.
a) Ayer se empezaron a importar unos 500 MW de energía desde Brasil bajo el acuerdo de Emergencia que existe entre países. Desde ese mercado se empezarán a traer otros 500 MW desde el sábado pero ya con compras en el mercado spot de ese país. El precio de esa energía será inferior al costo marginal que tienen generar con gasoil en plantas argentinas, que ronda los US$ 100 por MWh.
b) La segunda es importar energía desde Uruguay desde una central de ciclo combinado con gasoil y que tendría un costo apenas inferior a los u$s 150 por MWh.
c) La tercera es evaluar la posibilidad de importar gas desde el mercado chileno, una opción que el gobierno evaluó hace 15 días pero que se frustró en la última etapa de esa negociación.
Fenómeno excepcional
Una serie de factores climáticos han provocado alteraciones en la generación de energía. A esta caída de las torres de alta tensión en la zona chubutense de El Escorial, se suma la bajante que sufren los ríos Paraná y Uruguay y que afectan respectivamente la provisión de agua a las represas Yacyretá y Salto Grande. En un momento del pico de la demanda provocada por un mes de julio que registra las temperaturas más bajas de los 40 años, el Gobierno empezó a analizar alternativas para cubrir estos faltantes.
La caída de las 37 torres de alta tensión en Chubut es un hecho inédito. La línea es operada por la empresa chubutense Transpa. La falla no provocó el corte de provisión de energía a usuarios domiciliarios ni tampoco a Aluar que puede abastecerse a través de la línea de alta tensión Choele Choel-Madryn.
Según destacan en medios patagónicos, desde Transpa ya se comenzó a diseñar un operativo para llegar a la zona, que actualmente se encuentra cubierta por nevadas de hasta 2,5 metros de altura. En la empresa estiman que llevará cerca de tres semanas poder energizar nuevamente una delas líneas y que a partir de ahí comenzarán a trabajar en la segunda.
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pueden quemar biodiesel en los ciclos combinados, yliberar gasoil.