El proyecto Lindero, un desarrollo de oro y plata ubicado en la provincia de Salta, en el límite entre Catamarca y Chile, retomará su construcción a fines de mayo. Tiene previsto realizar las primeras pruebas y extracciones antes de fin de año y comenzar la producción comercial en el primer trimestre de 2021.
Así lo informó la compañía canadiense Fortuna Silver, que a través de la subsidiaria Mansfield Minerals está a cargo del proyecto minero, que será la primera mina de oro de Salta. El 28 de abril la empresa recibió la aprobación para reanudar las operaciones bajo el Programa Mínimo de Operaciones de Emergencia (MEOP), una exigencia que las autoridades provinciales le solicitan a las firmas.
En los últimos años Lindero tuvo varias idas y vueltas. Es una mina a cielo abierto, está a 260 kilómetros al oeste de la capital salteña y a una altura de entre 3.700 y 4.000 metros sobre el nivel del mar. Es uno de los grandes proyectos mineros metalíferos que tienen demorada su concreción en el país. Como el resto de la actividad, cuando se decretó el aislamiento social por el Covid-19 el 19 de marzo el proyecto se detuvo. Desde entonces sólo hay personal reducido para monitorearlo. A principios de abril el gobierno nacional incluyó a la minería al listado de actividades esenciales. En estos momentos la construcción de Lindero está en un 94%.
Desde la Secretaría de Minería, a cargo de Alberto Hensel, tienen estipulado realizar un análisis de cada uno de los grandes proyectos de litio, oro, cobre y plata del país. El objetivo es que se concreten los antes posible. Esta semana el secretario mantendrá una reunión con las compañías para avanzar en este sentido.
“Los nuevos planes de construcción y puesta en marcha priorizan la finalización de las plantas de manejo de soluciones, ADR (Adsorción, Desorción y Regeneración) y SART (tratamiento de soluciones de residuos de plantas de oro) con el objetivo de producir el primer doré en el tercer trimestre de 2020”, informó recientemente Fortuna Silver en un comunicado.
Además, agregó que “el plan de construcción se ha revisado para implementar protocolos sanitarios para la prevención y el manejo de los casos de Covid-19, que incluyen una fuerza laboral reducida en el sitio para apoyar las medidas de distanciamiento social. Está previsto que la movilización al sitio del proyecto tenga lugar durante la segunda mitad de mayo de 2020 para reanudar las actividades de construcción”.
El proyecto demandará una inversión para su construcción de alrededor de 320 millones de dólares, un 28% más que las primeras estimaciones de septiembre de 2017.