Alberto Brusco fue subsecretario de Infraestructura del Ministerio de Energía cuando Juan José Aranguren estaba al frente del organismo. Asumió el 10 de diciembre de 2015, pero a los pocos meses los cortocircuitos con el ex titular de Shell y otros funcionarios de la cartera ya eran evidentes. Por eso, a principios de 2018, en el marco de una reordenamiento del organigrama de Energía, Aranguren sacó del Ministerio a Brusco y lo designó en IEASA (ex Enarsa) por recomendación de Daniel Redondo, entonces secretario de Planeamiento. Hoy es el principal responsable técnico de las represas de Santa Cruz. Presentó su renuncia tras conocerse el grave error en la construcción de las centrales, cómo adelantó EconoJournal.
Pese a su escasa visibilidad en la gestión, Brusco cuenta con un activo intangible al que apeló en estos cuatro años. Antes de desembarcar en el gobierno, integró la filas de IECSA, la empresa insignia del grupo Macri que luego fue capitaneada por Ángelo Calcaterra, primo del Presidente, hasta que su venta a Marcelo Mindlin en 2017.
Brusco no se privó de jactarse de su cercanía a la familia Macri para zanjar una discusión con colegas de función o interlocutores del sector privado.
El directivo mantenía una fluida relación con Mario Dell’Aqua, ex presidente de IEASA por un lapso de apenas nueves meses, que fue desplazado del cargo en abril de este año por decisión del secretario Gustavo Lopetegui. Al igual que su jefe anterior, Brusco no dejará un buen recuerdo entre sus colegas de IEASA y tampoco de la Secretaría de Energía.