La saliente ministra de Economía firmó este martes, en lo que fue su último acto administrativo al frente de la cartera, una adenda al convenio financiero con bancos chinos para reactivar la construcción de las represas de Santa Cruz. Con esta polémica decisión, el gobierno argentino aceptó un encarecimiento adicional de la obra en unos US$ 550 millones que se utilizarán para corregir fallas técnicas del proyecto inicial.