La mayor oferta de gas natural, el ingreso de nueva potencia con fuentes renovables y la fuerte caída de la demanda eléctrica producto de la recesión económica decantarán este año en un novedoso escenario para el segmento de generación. Por primera vez en más de 15 años, en 2019 las centrales termoeléctricas consumirán unos 500.000 metros cúbicos de combustibles líquidos (gasoil más fue oil), reemplazantes habituales del gas natural. Así se desprende de una proyección presentada la semana pasada en un seminario en el marco de la Semana de la Ingeniería organizada la semana pasada en el CAI.
Para encontrar un nivel tan bajo hay que remontarse a 2003, cuando el parque de generación local consumió 123.000 m3 de carburantes líquidos (108.000 m3 de fuel y 18.000 de gasoil). Desde ese año en adelante, la demanda de líquidos siempre se ubicó por encima de los 500.000 m3.
Los técnicos de Cammesa proyectan que este año se precisarán 299.000 m3 de gasoil y 208.000 de fuel oil para complementar la oferta de gas en las usinas térmicas durante los meses de frío.
En la práctica, la menor demanda de gasoil y fuel oil redundará en una baja del costo monómico de la energía y, por consiguiente, en una reducción también de los subsidios que precisa el sector, dado que el Tesoro termina solventando aproximadamente un 40% del costo real de generación porque las tarifas residenciales no alcanzan a cubrir la totalidad de ese monto.
El año pasado, el consumo de combustibles líquidos alcanzó los 1,45 millones de m3 (875.000 m3 de gasoil y 565.000 de fuel oil). Con relación a esa cifra, el consumo proyectado para este año caerá hasta una tercera parte.
El descenso del despacho de gasoil (que puede costar hasta cuatro o cinco veces más que el gas natural producido localmente) responde, fundamentalmente, a la mayor producción de gas local y también a la incorporación de proyectos de energía renovables, que en julio de este año aportarán más de 2000 megawatt (MW) de potencia instalada. También incide la caída de la demanda —en los primeros cinco meses del año se observaron caídas cercanas al 8%—, que permite no tener que operar las centrales térmicas más ineficientes, que precisamente son las que despachan con combustibles líquidos.
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Que interesante seria si la baja de costos de la energía, se pudiera trasladar a las Pymes, que están sufriendo los aumentos en las tarifas, a esta altura , ya es imposible de pagar y que afectan a la producción .
Ernesto, si entramos en un circulo virtuoso en algún momento esto llegará a las tarifas, afectará favorablemente la producción, generará mayor consumo, etc. etc. hay que esperar un poco y esto sucederá.
Jajajaja ¿en que planeta vivis? O tenes 15 años o no aprendiste nada de la vida.