Aunque haya vivido casi dos décadas en el exterior, conocido culturas diversas y destinos exóticos en Medio Oriente, y su trayectoria profesional sea más internacional que local, Pablo Videla siente y se expresa como un argentino más. «Durante los 20 años que trabajé afuera, siempre fui con el mate a la oficina. Sólo me italianicé un poco cuando viví en Milán. Pero ahora volví para quedarme: ya tengo más de 50 y la familia no me deja irme más», admite riseuño el directivo de Techint.
Quilmeño de nacimiento y porteño por adopción, de lunes a viernes vive en Puerto Madero, mientras que los fines de semana se instala en su casa de City Bell. Y si tiene que tomar algún vuelo a Europa aprovecha para visitar a su hija mayor, que estudia en Madrid. Esas visitas duran un lapso acotado: así lo exigen sus responsabilidades como director comercial de Oil & Gas de Techint Ingeniería y Construcción.
La firma es una de las constructoras líderes de la región, con una facturación global de u$s 1.800 millones. Hoy se encuentra entre las 10 empresas más grandes de Latinoamérica. Exceptuando Venezuela por razones políticas, tiene presencia en todos los países de la región. «Abarcamos los sectores de infraestructura, minería, Oil & Gas, Upstream, Midstream, Downstream, generación hidroeléctrica, térmica, nuclear y siderurgia», enumera Videla, que recibió a Revista TRAMA en las oficinas del grupo a metros del Luna Park.
Hoy la organización del grupo Techint tiene su foco puesto en los recursos no convencionales de Vaca Muerta, donde está construyendo las instalaciones de infraestructura del yacimiento Fortín de Piedra, el mayor desarrollo de shale gas de la Argentina. Con entusiasmo, el ejecutivo destaca el cumplimiento de la primera fase de tareas y la puesta en marcha en enero de 5 millones de metros cúbicos (m3) diarios adicionales al EPF. «Estamos trabajando para poner en funcionamiento el primer tren MEG en la planta CPF para junio de este año. En realidad, vamos a tener los ductos de exportación para mayo, con el propósito de producir hasta 7 u 8 millones de m3 por día que se colocarían al mercado sin pasar por el CPF. El segundo tren, de 5 millones, está previsto para fin de año. Lo que estamos haciendo, en función de las buenas noticias relevadas, es adelantar esa fecha de diciembre a octubre», anticipa.
Si bien admite que hay proyectos que son más complejos desde un punto de vista ingenieril, lo que le suma una complejidad extrema a Fortín es el modelo fast-track. «Un emprendimiento de éstos se hace normalmente en 24 meses. Pero aquí el objetivo fue fijado en 14. Y se está cumpliendo», resalta.
Ejemplo de superación
Videla sabe perfectamente que en Vaca Muerta Techint viene llevando adelante un desafío que está siendo observado por el resto de las operadoras y el mercado. Con énfasis en la solidez y la creatividad del equipo que se desempeña en el proyecto, habla de la satisfacción que genera el método de trabajo inculcado a todos los mandos medios. «En Fortín hay 3.500 personas que todos los días saben lo que deben hacer. Tienen una planificación diaria, un orden de trabajo, lo cual requiere un enorme esfuerzo. Ésa es, justamente, una de las fortalezas de Techint como grupo: cuando nos proponemos algo, nos alineamos para hacerlo realidad», sentencia.
Fortín de Piedra, acota, es un claro ejemplo de autosuperación. «Estamos cumpliendo con el plazo que nosotros mismos nos fijamos, lo cual nos llena de orgullo», expresa.
Para armar el equipo senior, comenta, fue necesario traer personas de Perú, México, Brasil y Europa. «Tuvimos que organizarnos con el tren en marcha, por así decirlo, lo cual fue muy estresante en los primeros cuatro o cinco meses», revela.
Otro reto sumamente complejo tuvo que ver con la agenda sindical. «Esa variable llevó el 80% de mi tiempo durante los primeros meses, hasta que la estabilizamos. Actualmente fluye sin problema, no hay comparación con lo que pasaba el año pasado», resalta.
En materia laboral, recuerda que la idea original era tomar unas 2.000 personas de modo directo. «Hoy estamos en 3.500 en Techint Ingeniería y Construcción. Tecpetrol tendrá unos 1.200 empleados directos, más o menos, y de tres a cinco veces ese número en forma indirecta, incluyendo a empresas de servicios de todo tipo», cuantifica.
Contenido local
La compañía intenta desarrollar proveedores en Neuquén y también los busca en el cordón industrial de Buenos Aires, Gran Buenos Aires y Rosario. De acuerdo con Videla, la cadena de valor a nivel de fabricantes en el mercado neuquino aún no está desarrollada. «Hay una cadena de valor de servicios, con empresas de ingeniería locales que pueden brindar diversas prestaciones (las cuales contratamos) y firmas de servicios ambientales (que también utilizamos). Pero está todo muy ligado al servicio petrolero, y no tanto –por un tema de competencia– a la producción industrial», describe.
Lo primero que hizo Videla fue diseñar una agenda con posibles proveedores de módulos y distintos insumos. «Lo fui a ver a Adrián Mascheroni de AESA, que nos hizo 10 módulos más el slack catcher. Junto con su gente nos miraba como diciendo: ‘ustedes están locos’. ‘¿De verdad querés poner esto para diciembre? No existen esos plazos’, me dijo. Para lograrlo fue muy importante el acompañamiento de las Pequeñas y Medianas Empresas (Pymes)», remarca.
Una de las virtudes más importantes de la iniciativa, a su entender, estriba en que un 90% de las provisiones son de contenido local: «No salimos a comprar ni a China, ni a Corea, ni a Estados Unidos, sólo trajimos algunas cosas que por plazo o por especificación técnica no podían hacerse acá. Otros desarrolladores y operadores van a comprar afuera. Nosotros decidimos seguir potenciando este tema, y ayudando y desarrollando al medio local. Sabemos que, de no hacerlo, cuando tengamos excedente de gas y sustituyamos importaciones no podremos exportar, porque en el mundo va a haber ofertas más baratas y competitivas», afirma.
Agenda a abordar
Videla tiene claro que Techint dio el primer paso importante con el desarrollo de gas en Fortín de Piedra, pero que hay otras operadoras que también prevén avanzar en Vaca Muerta. «Se viene una agenda crucial, que es la agenda del midstream. Hay varias empresas con proyectos en carpeta: Pluspetrol, Pampa Energía. En un tiempo vendrá el desafío de cómo evacuar el gas que produzcamos. Y ya hay que preguntarse qué vamos a hacer», advierte.
Abordar esa agenda tiene vital relevancia para el desarrollo a gran escala de Vaca Muerta. «Hay que ver cómo solucionamos los cuellos de botella del midstream. Existe, me parece, una agenda conjunta de temas a resolver que todavía nadie está liderando», cuestiona.
Habrá que ponerse de acuerdo, sostiene, para estar a tono con la envergadura que adquirirá el play no convencional neuquino. «El gran punto es cuán cierto y a qué velocidad van a terminar yendo cada uno de los proyectos en marcha. Lo que veo en lo inmediato es que hay una agenda que debe seguir discutiéndose. Hacia fin de 2019, ésta debería estar instalada», insiste.
Sendero correcto
Si bien los cambios registrados no han sido tan marcados, el director de Oil & Gas de Techint Ingeniería y Construcción considera que –en comparación con años anteriores– la actividad general aumentó de la mano de más proyectos en cartera y estructuración. «Hacía mucho tiempo que Techint no estaba en infraestructura. Con la administración anterior nos retiramos prácticamente del sector público en la Argentina. Hoy tenemos la clara intención de recuperar presencia en ese segmento», subraya.
Desde su óptica, el Gobierno ha hecho un esfuerzo valedero cuando fijó, con la Resolución 46/2017 del Ministerio de Energía, un sendero de precios para el desarrollo de gas natural. «La administración estuvo muy bien. Obviamente apuesta a una matriz energética diversificada con fuentes renovables, aunque creo que tiene una apreciación incorrecta sobre su competitividad. Esas energías son más caras, lo hemos dicho muchas veces», advierte.
El gas natural, agrega, sigue siendo la fuente energética más barata. «Desde la compañía hemos hecho bien los números, por lo que sabemos de lo que hablamos, y como nación tenemos gas en abundancia. Siempre mencionamos que Vaca Muerta no es Fortín de Piedra, sino un verdadero proyecto de país. Creo que definitivamente puede haber gas barato para la industria», ratifica.
Además de ponderar el ambicioso plan de infraestructura del Gobierno, vislumbra grandes oportunidades mineras y un clima favorable para los inversores, con reglas claras y previsibles.
«Hay mayor vitalidad y dinamismo en el sector, pero obviamente siempre surge el desafío de que los proyectos se concreten. En general, muchas iniciativas tienden a retrasarse, lo que complica la agenda de la cartera, la agenda de recursos. Eso nos impacta siempre. El atraso de los proyectos nos genera preocupación. Pero están pasando cosas y, aunque sea de manera moderada, se está avanzando», resume.
Innovación modular
Ideada como una propuesta fast-track, Videla explica que la planta de Fortín de Piedra debió ser diseñada con un esquema totalmente modular para reducir tiempos y costos (en casi un 25%). Si bien es un formato que ya había sido puesto en práctica, se trató de una de las primeras plantas con casi toda su línea de proceso modularizada. «Son 60 módulos que van montados sobre un camión. Llegan a la fundación, ni siquiera se estiban, se bajan directamente sobre ella y después se interconectan. Todo mediante un desarrollo de ingeniería interno», apunta.
Con respecto a los métodos y procesos, señala que el montaje mecánico fue sumamente novedoso y que también se innovó en términos eléctricos. «Siempre tratamos de usar lo último que el mercado ofrece a nivel tecnológico y de equipamiento», añade.
Tecpetrol, brazo petrolero de Techint, se apresta a armar su propia planta de arena, para lo cual debió adoptar tecnología, viajar a Estados Unidos, poner gente a trabajar y hacer una ingeniería conceptual. «Antes todas las arenas resinadas se traían de afuera», compara. ×
A lo largo de su trayectoria profesional, Videla estuvo viviendo casi nueve años en Medio Oriente, manejó el mercado de África, y pasó por una etapa europea y otra andina antes de volver a nuestro país. «Sólo me faltó México», puntualiza.
Con una hija estudiando en Madrid y otra empezando la secundaria en la Argentina, cree que no volvería a vivir en el exterior por un compromiso asumido a nivel familiar.
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La verdad merece tener PABLO una medalla de honor,en Base a su gran labor y apostar por los grandes proyectos en el País.